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Doce médicos para 1.300 llamadas

Defensa informa a través de un teléfono a los soldados y a sus familiares sobre el 'síndrome de los Balcanes'

Yolanda Monge

Llamada tras llamada. Así, hasta más de 1.300 atendidas. El teléfono (91 395 54 85) dispuesto por el ministerio de Defensa para informar a los soldados que estuvieron y están destinados en los Balcanes no dejó ayer de sonar durante todo el día. A las nueve de la mañana eran tres los médicos que atendían las consultas de las personas que llamaban preocupadas por conocer las consecuencias del llamado síndrome de los Balcanes. Pero fue tal el volumen de llamadas que antes de las dos de la tarde eran ya 12 los médicos que atendían los teléfonos. 'No hemos parado de recibir llamadas', aseguraba desbordado ayer uno de los médicos, que prefirió no dar su nombre. 'Pero la gran mayoría de las llamadas no provienen de soldados sino de familiares que están muy angustiados', puntualizó el médico, que quiso resaltar este punto. 'Estamos para orientar e informar y para quitar el dramatismo que se ha dado a todo este asunto', dijo.

Aun así, este sanitario reconoce que la explicación básica que ellos proporcionan no satisface a nadie. 'Aquí les explicamos que no hay motivo para la alarma, que la proporción de estas enfermedades dentro de un colectivo de 32.000 militares españoles desplazados a los Balcanes es similar a la que desarrolla la población civil [actualmente hay en Bosnia y Kosovo cerca de 2.000 soldados], que el periodo de incubación es de entre cinco y diez años y que la radiación que emite el uranio empobrecido no es de riesgo', explica como en una letanía el médico.

Pero en opinión de este facultativo, la alarma social que ha generado la información que vincula varios casos de leucemia detectados en soldados de la OTAN con la exposición de sus cuerpos a la radiación emanada del uranio empobrecido (procedente de la munición utilizada por la Alianza Atlántica en sus ataques aéreos contra Serbia) puede con todo razonamiento. 'Tenemos poco éxito a la hora de tranquilizar a novias y madres de soldados que llaman preocupadas', explica con desazón. 'Incluso con los propios soldados fracasamos, por lo que finalmente les remitimos a su unidad para que les informen'.

A pesar del número de teléfono facilitado por Defensa, la Oficina del Defensor del Soldado no ha visto disminuir el número de llamadas de personas 'preocupadas' por conocer datos como a quiénes se van a efectuar análisis o la fecha en la que se realizarán.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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