La transparencia de la OTAN

Tanto Giuliano Amato, como el ministro de Defensa, como los altos mandos de las Fuerzas Armadas están convencidos de que hay algo que no cuadra. (...) ¿Qué ha pasado en Bosnia y en Kosovo? (...) ¿Hay que buscar las causas de las leucemias y de los melanomas que han matado a seis militares participantes en las misiones de los Balcanes en la contaminación ambiental de esa zona? (...) Nadie, ni en el Gobierno ni en el Ejército, es capaz de decir si esas enfermedades (...) tienen relación con su permanencia en Bosnia y en Kosovo. (...) Después de la guerra del Golfo, el uranio empobrecido (...) fue utilizado en Bosnia. (...) Pero, ¿sabían el Gobierno italiano y los mandos militares que los 10.800 proyectiles lanzados por EE UU contra los tanques en Bosnia llevaban uranio empobrecido? (...) La OTAN (que en una rueda de prensa negó la utilización de uranio empobrecido en Bosnia) ha afirmado que la utilización de ese metal radiactivo no era un secreto para nadie, y mucho menos para los militares italianos. (...) Y es precisamente ésta la cuestión que sigue hoy abierta ¿Hasta qué punto los países de la SFOR han sido 'colaboradores' en el pasado? ¿Y hasta qué punto querrán ser 'colaboradores' en un futuro ahora que el 'síndrome de los Balcanes' recorre Bélgica, Francia, Portugal y España? (...) La cuestión del uranio empobrecido (...) será una prueba decisiva para comprender si en la OTAN se maquinan sólo conveniencias estratégicas o si la recíproca confianza y solidaridad entre los países miembros también tiene su importancia.

Giuseppe D'Avanzo

Roma, 3 de enero