La Reserva Federal de EE UU baja los tipos de interés al 6% para evitar la recesión económica
La Reserva Federal de EE UU (banco central) reaccionó ayer al rápido enfriamiento de la economía y, por sorpresa, recortó medio punto el precio del dinero, que bajó al 6% desde un 6,5%, el más alto de los últimos 10 años. La extraordinaria e inesperada medida de rebajar medio punto de golpe, no vista desde 1992, fue recibida con euforia en los mercados. El Nasdaq se disparó como un cohete. En cuestión de minutos ganó un 10% y cerró con un máximo histórico del 14,17%. Wall Street avanzó un 2,81%. Los analistas aventuran que la Reserva Federal podrá hacer un recorte adicional de un cuarto de punto el próximo día 31.
La economía real y la especulativa era un coro clamando por un recorte en los tipos de interés, que pedía a Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, una actuación rápida y decidida para atajar lo que parecía una carrera hacia la recesión. La Reserva intervino sin esperar a la reunión del comité correspondiente, prevista para el último día del mes. La última vez que hubo una decisión fuera de calendario fue en octubre de 1988, en plena crisis asiática, para recortar un cuarto, la medida habitual de subida o bajada. Además, el banco central recortó un 0,25, hasta el 5,75, el interbancario y se declaró dispuesto a recortarlo otro cuarto.
Justificación de la medida
'Estas medidas han sido adoptadas a la luz del continuo debilitamiento de las ventas y la producción y en un contexto de menor confianza de los consumidores, condiciones duras en algunos sectores de los mercados financieros y altos precios en la energía que socavan el poder adquisitivo de hogares y negocios', decía el comunicado que anunciaba el recorte.
Quedaba claro que Greenspan y los suyos están preocupados por el rápido deterioro de la situación, puesto de relieve no sólo por la aciaga primera jornada del año en los mercados bursátiles si no por la publicación, el mismo martes, del índice de adquisición de bienes manufacturados, que según datos de diciembre cayó hasta cotas no vistas desde abril de 1991.
La declaración reiteraba la tesis adelantada el pasado mes por el banco central de que el peligro para la economía ha dejado de estar en la inflación para centrarse en la recesión. La amenaza inflacionista fue la que llevó a Greenspan a una larga cadena de subidas en los tipos que actuó en consonancia con el frío atmosférico. El eufórico crecimiento económico del 5,6% durante el segundo trimestre del año, cayó al 2,2% en el tercer trimestre, el más bajo en cuatro años, y lleva camino de ser gélido en el último trimestre. Para George W. Bush, reunido en una cumbre económica en Austin (Tejas), la decisión de Greenspan fue una gran noticia, que el próximo presidente calificó de valiente y necesaria. Bush aprovechó para decir que ello prueba lo necesario que es el estímulo de su plan de recortes fiscales (1,3 billones de dólares en diez años) y cómo el Congreso deberá trabajar en armonía para recuperar la economía.
Los analistas esperaban ayer a ver qué efecto tiene ahora ese recorte y especulaban con que el recorte se ha producido antes de la reunión oficial del día 31 porque Greenspan se da así una nueva oportunidad de recortar entonces un cuarto adicional en caso de necesidad.
Los mercados reaccionaron al instante, con el mortecino Nasdaq disparado en flecha hasta recuperar en cuestión de minutos un 10%. El día anterior perdió el 7,23% y ayer cerró 14,17%, la mayor subida de su historia (la anterior fue el 5 de diciembre pasado con el 10,48%). Los valores tecnológicos subieron en un movimiento especulativo que llevó luego a una caída y a otro fuerte repunte. 'La gente necesitaba un catalizador para volver a comprar', dijo una analista. 'Ya lo tiene. El mercado pasará rápidamente del excesivo pesimismo al optimismo'. Las Bolsas de México, São Paulo y Buenos Aires cogieron la ola neoyorquina y ganaron un 5,41%, 7,41% y 6,11%, respectivamente.
Los mercados europeos cerraron antes del anuncio del recorte de tipos en EEUU, por lo que no se beneficiaron de éste. Sólo Fráncfort, que cierra a las 20.00 horas, se benefició y pasó de perder en torno al 1,50% a ganar el 2,31%. La jornada se vivió con recortes en sus precios después de la fuerte caída del Nasdaq en la jornada del martes. La Bolsa de París cayó el 1,98%, acumulando en las dos sesiones hábiles del ejercicio una pérdida de un 4%. Milán retrocedió el 2,22%.
De esa tónica general sólo se salvó Madrid gracias al tirón de Endesa e Iberdrola ante la inminente decisión del Tribunal de la Competencia sobre su fusión. El Ibex 35 se apuntó un alza del 1,33%, mientras que el general madrileño subía el 1,02%. El mercado especula con que las condiciones restrictivas a la fusión provoquen una paralización, lo que es bien visto por el dinero en una estrategia de corto plazo. En el caso de Iberdrola, la recuperación de su valor también le beneficia en el caso del canje de acciones propuesto, que es de 18 títulos de Endesa y 25 pesetas por cada 23 títulos de Ibedrola.La Reserva Federal de EE UU (banco central) reaccionó ayer al rápido enfriamiento de la economía y, por sorpresa, recortó medio punto el precio del dinero, que bajó al 6% desde un 6,5%, el más alto de los últimos 10 años. La extraordinaria e inesperada medida de rebajar medio punto de golpe, no vista desde 1992, fue recibida con euforia en los mercados. El Nasdaq se disparó como un cohete. En cuestión de minutos ganó un 10% y cerró con un máximo histórico del 14,17%. Wall Street avanzó un 2,81%. Los analistas aventuran que la Reserva Federal podrá hacer un recorte adicional de un cuarto de punto el próximo día 31.
La economía real y la especulativa era un coro clamando por un recorte en los tipos de interés, que pedía a Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, una actuación rápida y decidida para atajar lo que parecía una carrera hacia la recesión. La Reserva intervino sin esperar a la reunión del comité correspondiente, prevista para el último día del mes. La última vez que hubo una decisión fuera de calendario fue en octubre de 1988, en plena crisis asiática, para recortar un cuarto, la medida habitual de subida o bajada. Además, el banco central recortó un 0,25, hasta el 5,75, el interbancario y se declaró dispuesto a recortarlo otro cuarto.
Justificación de la medida
'Estas medidas han sido adoptadas a la luz del continuo debilitamiento de las ventas y la producción y en un contexto de menor confianza de los consumidores, condiciones duras en algunos sectores de los mercados financieros y altos precios en la energía que socavan el poder adquisitivo de hogares y negocios', decía el comunicado que anunciaba el recorte.
Quedaba claro que Greenspan y los suyos están preocupados por el rápido deterioro de la situación, puesto de relieve no sólo por la aciaga primera jornada del año en los mercados bursátiles si no por la publicación, el mismo martes, del índice de adquisición de bienes manufacturados, que según datos de diciembre cayó hasta cotas no vistas desde abril de 1991.
La declaración reiteraba la tesis adelantada el pasado mes por el banco central de que el peligro para la economía ha dejado de estar en la inflación para centrarse en la recesión. La amenaza inflacionista fue la que llevó a Greenspan a una larga cadena de subidas en los tipos que actuó en consonancia con el frío atmosférico. El eufórico crecimiento económico del 5,6% durante el segundo trimestre del año, cayó al 2,2% en el tercer trimestre, el más bajo en cuatro años, y lleva camino de ser gélido en el último trimestre. Para George W. Bush, reunido en una cumbre económica en Austin (Tejas), la decisión de Greenspan fue una gran noticia, que el próximo presidente calificó de valiente y necesaria. Bush aprovechó para decir que ello prueba lo necesario que es el estímulo de su plan de recortes fiscales (1,3 billones de dólares en diez años) y cómo el Congreso deberá trabajar en armonía para recuperar la economía.
Los analistas esperaban ayer a ver qué efecto tiene ahora ese recorte y especulaban con que el recorte se ha producido antes de la reunión oficial del día 31 porque Greenspan se da así una nueva oportunidad de recortar entonces un cuarto adicional en caso de necesidad.
Los mercados reaccionaron al instante, con el mortecino Nasdaq disparado en flecha hasta recuperar en cuestión de minutos un 10%. El día anterior perdió el 7,23% y ayer cerró 14,17%, la mayor subida de su historia (la anterior fue el 5 de diciembre pasado con el 10,48%). Los valores tecnológicos subieron en un movimiento especulativo que llevó luego a una caída y a otro fuerte repunte. 'La gente necesitaba un catalizador para volver a comprar', dijo una analista. 'Ya lo tiene. El mercado pasará rápidamente del excesivo pesimismo al optimismo'. Las Bolsas de México, São Paulo y Buenos Aires cogieron la ola neoyorquina y ganaron un 5,41%, 7,41% y 6,11%, respectivamente.
Los mercados europeos cerraron antes del anuncio del recorte de tipos en EEUU, por lo que no se beneficiaron de éste. Sólo Fráncfort, que cierra a las 20.00 horas, se benefició y pasó de perder en torno al 1,50% a ganar el 2,31%. La jornada se vivió con recortes en sus precios después de la fuerte caída del Nasdaq en la jornada del martes. La Bolsa de París cayó el 1,98%, acumulando en las dos sesiones hábiles del ejercicio una pérdida de un 4%. Milán retrocedió el 2,22%.
De esa tónica general sólo se salvó Madrid gracias al tirón de Endesa e Iberdrola ante la inminente decisión del Tribunal de la Competencia sobre su fusión. El Ibex 35 se apuntó un alza del 1,33%, mientras que el general madrileño subía el 1,02%. El mercado especula con que las condiciones restrictivas a la fusión provoquen una paralización, lo que es bien visto por el dinero en una estrategia de corto plazo. En el caso de Iberdrola, la recuperación de su valor también le beneficia en el caso del canje de acciones propuesto, que es de 18 títulos de Endesa y 25 pesetas por cada 23 títulos de Ibedrola.
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