Un estudio en Colombia da datos de la emigración española
El Catálogo de Pasajeros a Indias, el registro de los emigrantes al Nuevo Mundo entre 1509 y 1559, revela que sólo el 10% de los 15.000 viajeros eran mujeres. La consecuencia de esto ha quedado grabada en los genes de los descendientes de aquellos indianos: los fundadores de la actual provincia colombiana de Antioquia fueron en su gran mayoría hombres europeos y mujeres indígenas, según una investigación de genetistas colombianos y británicos.
El trabajo, publicado recientemente en el American Journal of Human Genetics, indica además que los colonos venían sobre todo del sur de España, y en menor proporción del País Vasco y Cataluña. Se han identificado además rasgos genéticos típicos de la población judía, tal vez el legado de judíos sefardíes españoles que habrían emigrado, desafiando las leyes de los Reyes Católicos. La confirmación de este último dato supondría una novedad para los historiadores, señalan los autores del trabajo.
Los primeros asentamientos de colonos en Colombia datan de principios del siglo XVI. El mercado de esclavos introdujo después individuos de África occidental. La población criolla creció con tanta rapidez como declinaba la población indígena -algo que también se refleja en el estudio ahora publicado-, y la cordillera de los Andes hizo que los asentamientos permanecieran aislados entre sí hasta entrado el siglo XIX. Dos de las poblaciones más prósperas dieron lugar a la actual Antioquia.
El objetivo último de los autores del estudio es buscar genes implicados en enfermedades, tarea que podría resultar más sencilla en poblaciones mixtas. Pero antes hay que conocer la historia genética de la población. Los investigadores analizaron el cromosoma Y (masculino) y el ADN mitocondrial -que aportan las mujeres- de 80 descendientes de los fundadores de Antioquia. Para asegurarse de su procedencia completaron el árbol genealógico de cada uno hasta los tatarabuelos. En concreto señalaron once marcadores genéticos en el cromosoma Y, y otros cuatro en al ADN mitocondrial; la frecuencia con que se dan estos marcadores varía por etnias.
Así han podido determinar que el 94% de los cromosomas Y son europeos, el 5% africanos y sólo el 1% procede de los indígenas amerindios. En contraste, el 90% del ADN mitocondrial es amerindio. 'Son resultados consistentes con los datos históricos, pero el gran desequilibrio de género entre fundadores indígenas y europeos es sorprendente', afirma Andrés Ruiz, del Imperial College (Londres).
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