Cristina Hoyos baila canciones de Lluís Llach en el Festival del Milenio
La emoción de un tímido
La propuesta de mestizaje del Festival del Milenio de Barcelona unió anoche por primera vez en un escenario, el del Palau de la Música Catalana, a la bailaora sevillana Cristina Hoyos y al cantautor catalán Lluís Llach. Hoyos y su ballet flamenco bailaron tres canciones de Llach -Amor particular, Lluna y vida- mientras el cantautor las interpretaba en directo acompañándose al piano. La bailaora sorprendió a Llach invitándole a escuchar una versión flamenca de Vida, interpretada por el cantaor Rafael de Utrera y el guitarrista José Luis Rodríguez. Con este singular concierto, el Festival del Milenio de Barcelona, que celebra su segunda edición, inicia una parada hasta el próximo 15 de enero en que reemprenderá su programación con un recital de la soprano Barbara Hendricks para concluir el 28 de enero con un concierto de Van Morrison.
Cristina Hoyos y Lluís Llach juntos ¿Quién eligió a quién? Fue la bailaora sevillana quien, según explica ella misma, eligió al cantautor catalán para actuar por primera vez juntos en un escenario. "Me gustan sus canciones, y cuando una música me gusta y me emociona, la bailo. Los temas de Llach me me encantan y los bailo frecuentemente en mi casa; con este concierto salen por primera vez de mi mundo privado para subir a un escenario", dice la bailaora.
En la primera parte del concierto Cristina Hoyos y su ballet flamenco ofrecieron fragmentos de su último espectáculo, Al compás del tiempo. En la segunda, Lluís Llach entró en escena y empezó a interpretar sus temas, tres de los cuales fueron bailados por Hoyos y su ballet. Amor particular lo bailó ella sola, Lluna fue interpretada por el ballet, y en Vida, la bailaora se unió al grupo. Este último tema interpretado en versión flamenca por el cantaor Rafael de Utrera consiguió emocionar a Llach, quien asegura que entre él y Cristina Hoyos "han pasado muchas cosas" preparando este concierto. El cantautor no se atrevió a marcarse unos pasos de flamenco sobre el escenario. "Sería una afrenta estética al público", dijo mostrando su proverbial timidez.
El cantautor catalán dice no sentirse "un extraño" en este espectáculo. "Nuestras culturas son muy distintas, pero están llenas de complicidades. Es imposible que me sienta raro, ni a nivel cultural ni a nivel sensorial. Y si alguien me tacha de infiel es porque no me conoce".
