Una exposición muestra la imagen elegante del retrato en la pintura

La exposición se abre con Federico de Madrazo, referente esencial del retrato romántico del XIX, y se cierra con Juan Gris. El retrato elegante, la exposición que se muestra en el Museo Municipal de Madrid (Fuencarral, 78) hasta el 15 de febrero, reúne 150 piezas, entre cuadros e ilustraciones gráficas, y se centra en el arco que va de la segunda mitad del siglo XIX a los años treinta del siglo que ahora termina.

Para Javier Pérez Rojas, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia y comisario de la muestra, los años que van desde 1874 a 1936 fueron los de mayor esplendor del retrato. "Con el realismo comienza a tener verdadera fuerza, y su culminación se produce con el toque simbolista del art decó", asegura el comisario.A través de los 90 cuadros y las 60 ilustraciones gráficas que componen la muestra se refleja el auge de la burguesía española y la tradición de la aristocracia refinada, así como el uso que hicieron de esta técnica las vanguardias. "Tanto Picasso como Dalí se sintieron fascinados en algún momento por la imagen elegante como forma de singularidad", aclara Pérez Rojas, que lamenta la ausencia de piezas inamovibles, lo que justifica que no haya ningún cuadro de Picasso en la muestra, "compensada, en parte, por los retratos de Juan Gris o Wifredo Lam".

A la exposición, a través de la cual se puede seguir también la evolución de la moda, se ha incorporado también el gabinete-estudio de Ramón Gómez de la Serna. "Aunque Ramón no incluyó el elegantismo entre sus ismos, en buena medida es gracias a él que se han podido replantear ciertos apartados y que ahora una parte de la exposición quede bajo su custodia".

Muchas de las obras reunidas en El retrato elegante proceden de colecciones particulares o se trata de piezas recuperadas de los depósitos de los museos (en total han cedido sus obras 20 museos más fundaciones y galerías), algunas de las cuales se han restaurado para la muestra.

Gran parte de las obras expuestas están reflejadas en el catálogo de la exposición, un auténtico tratado de casi doscientas páginas sobre la elegancia en el que se recogen textos sacados de obras de Fitzgerald, Ortega y Gasset, Proust o Musil. Una primera parte de esta exposición, Elegantes de 1900, se mostró en Granada el pasado septiembre.