El Consell paga 525 millones a los pescadores por los "paros biológicos"

Mantener el nivel de captura

La parada biológica programada a la que se ven obligados los pescadores de cerco y arrastre será compensada con 525 millones, según adelantó ayer por la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación.Las cofradías de pescadores de Castellón y Valencia dedicadas a la pesca de cerco -que consiste en rodear los bancos, sobre todo de sardinas, con redes de alrededor de 1.400 metros de largo y unos 25 de ancho- han iniciado ya este periodo de "paro biológico" que se prolongará hasta finales de enero. Castellón es la provincia más afectada, 57 de las 58 embarcaciones. En Alicante, las 17 naves dedicadas a este tipo de pesca pararán su actividad los meses de marzo y abril del próximo año. Los 450 barcos dedicados a la pesca de arrastre de las cofradías de las tres provincias realizarán las paradas biológicas durante uno o dos meses entre mayo, junio y julio de 2001.

Las paradas biológicas subvencionadas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación se iniciaron en 1995 y desde entonces se han destinado 2.200 millones de pesetas para compensar las pérdidas que sufren los pescadores durante los períodos de inactividad. Los pescadores de la Comunidad fueron los primeros en llevar a cabo esta medida en las costas españolas, sumándose a ellos posteriormente los de Cataluña, Murcia y Andalucía.

El objetivo de esa inactividad programada es la salvaguarda y repoblación de los caladeros de pescado azul (sardina y boquerón, principalmente) y de pescado blanco de fondo, como salmonete, pulpo, dorada, pescadilla y canalilla, entre otros. Al establecerse esos "descansos", se permite la recuperación de las especies al mismo tiempo que se contribuye a mejorar la calidad y la cantidad de las capturas en épocas de actividad.

De ese modo, se consigue una mejora de los resultados económicos de la actividad pesquera al reducir unos costes no productivos durante la paralización y asegurar una fuente de ingresos futuros.

Las paradas biológicas y la instalación de arrecifes artificiales favorecen, según la Generalitat, la capacidad extractiva de los caladeros, que se mantiene en 50.000 toneladas de pescado al año. Ello supone una valoración extractiva de 16.000 millones de pesetas al año. Además, durante el tiempo que duran las paradas biológicas, el Ministerio de Agricultura y Pesca declara la veda frente a los puertos que están en parada biológica hasta el límite de las aguas jurisdiccionales españolas, con el fin de que se respete el paro no sólo por los pescadores de la Comunidad sino también por los de otras autonomías.