Osakidetza ensaya un sistema para acortar el tiempo de asistencia en catástrofes

El servicio de emergencias de Osakidetza realizó ayer en Llodio un simulacro de accidente en el que un autobús volcaba y causaba 40 víctimas. El ensayo, que se prolongó durante más de dos horas bajo el frío y el viento, puso en práctica un nuevo sistema de actuación, denominado Short (corresponde a las iniciales las pautas Sale caminando. Habla sin dificultad y Obedece órdenes sencillas. ¿Respira? Taponar hemorragias). Está destinado a siniestros con múltiples víctimas y permite al personal no sanitario clasificar a los damnificados de acuerdo con su nivel de gravedad. Este tipo de intervención permite acortar el tiempo de diagnóstico y así resolver con más celeridad el traslado de los heridos.

Además, la atención primera se realiza en el lugar del accidente para continuar después en el hospital el tratamiento más adecuado. "En menos de diez segundos se puede clasificar el estado de una persona. En este caso, la primera clasificación de las 40 víctimas podría estar finalizado en menos de media hora. Esta rapidez es fundamental en los primeros momentos", explicó Concha Hernández, directora gerente de emergencias de Osakidetza, quien asistió al simulacro junto al consejero vasco de Sanidad, Gabriel María Inclán, y otras expertos y técnicos. "Es un sistema muy útil y novedoso, ya que en un accidente no se elige quien atiende a las víctimas; puede ser un bombero o un policía municipal, sin conocimientos sanitarios", resaltó Inclán. En la simulación que tuvo lugar en un polígono industrial, los ocupantes del autobús siniestrado eran en realidad alumnos de la Escuela de Enfermería de Vitoria. Para que todo fuera real, a cada uno se le había asignado una lesión específica y hasta actuaron lanzando gritos de auxilio del tipo "socorro, vamos a morir", o "aquí, aquí, que está mi novio".

Una vez que el 112 de SOS Deiak recibió la llamada de emergencia y se puso el dispositivo de atención en marcha, los primeros en llegar al lugar del siniestro, aparentemente de difícil acceso, fueron los Bomberos del Valle de Ayala, en Llodio. Tardaron 4 minutos y 10 segundos en aparecer. Inmediatamente, comenzaron a oírse los sonidos de las ambulancias de Osakidetza, de la Cruz Roja y particulares. Otra dotación de Bomberos, en este caso de Vitoria, llegararía, en unos 20 minutos. Todos comenzaron a actuar según lo previsto. Al primer cuerpo de bomberos les correspondió realizar el diagnóstico de la gravedad de los heridos. Siguiendo las pautas marcadas en el Short, si la víctima podía caminar, le colocaban en el brazo una cinta verde; si hablaba y obedecía órdenes sencillas, el color asignado era el amarillo, y si respiraba de modo espontáneo, rojo. El negro estaba destinado a los fallecidos, que ayer no hubo.

Los Bomberos de Vitoria fueron los encargados de levantar y montar en menos de dos minutos una tienda hospital una vez que las víctimas ya estaban clasificadas. Algunos de los heridos tuvieron que permanecer tendidos a la intemperie durante media hora, hasta que concluyó la maniobra. Dos horas después del accidente, la operación concluyó.