Rusia aprueba la importación de residuos nucleares para almacenarlos
España, Alemania y China figuran entre los clientes potenciales
Los ecologistas rusos sufrieron ayer una amarga derrota: la Duma Estatal o Cámara Baja aprobó las modificaciones a la Ley sobre Conservación del Medio que permiten importar residuos nucleares para reprocesarlos y almacenarlos. El principal impulsor de los cambios legales ha sido el Ministerio de Energía Atómica, que ha subrayado las ventajas económicas que la importación de combustible nuclear usado traerá a Rusia.
Yevgueni Adámov, el ministro de Energía Atómica, afirmó que la nueva ley permitirá obtener más de 3,8 billones de pesetas en el próximo decenio y ganar terreno en el mercado mundial de procesamiento de combustible nuclear. Entre los clientes potenciales el citado Ministerio incluye a 14 países: siete asiáticos (China, Corea del Sur, Irán, Japón, Tailandia, Taiwan y Vietnam) y siete europeos (Alemania, Bulgaria, República Checa, España, Hungría, Suiza y Yugoslavia).En una primera etapa, Rusia estaría dispuesta a recibir 20.500 toneladas de combustible nuclear utilizado en centrales nucleares extranjeras y almacenarlos por espacio de 50 años.
Sin embargo, las organizaciones ecologistas, tanto rusas como extranjeras, dudan de que los países que exporten sus desechos nucleares los retiren medio siglo después. Bellona, la organización ecologista noruega que sigue con especial atención el deterorio del medio ambiente en Rusia causado por los residuos nucleares, declaró que el Ministerio de Energía Atómica "pretende convertir a Rusia en un basurero nuclear".
Los ecologistas rusos, conscientes de que los parlamentarios iban a apoyar la reforma propuesta por el Ministerio de Energía Atómica, recolectaron casi dos millones y medio de firmas para realizar un referéndum que impidiera las enmiendas, pero a fines del mes pasado la Comisión Electoral Central se negó a convocarlo: reconoció como válidas poco menos de 1,9 millones de firmas (la ley exige un mínimo de dos millones). Ahora, como última medida desesperada, varios grupos ecologistas han pedido a los tribunales locales la validación de las firmas.
"La decisión de la Duma de aprobar las modificaciones propuestas por el Ministerio de Energía Atómica muestran cuán lejos están los diputados del pueblo", declaró Alexéi Yáblokov, ex ministro del Medio Ambiente. "No tenemos capacidad para procesar nuestro propio combustible nuclear ya utilizado y tampoco tenemos suficientes plantas para almacenarlo. Por lo visto, el Ministerio quiere primero traer el combustible, dejarlo no se sabe dónde y sólo después construir las plantas de almacenamiento", añadió el ex ministro, subrayando que la importación de los desechos nucleares crearán una seria amenaza durante su transporte y almacenamiento.
El Ministerio de Energía Atómica piensa guardar temporalmente el combustible nuclear importado en el complejo de Mayak, en las cercanías de Cheliábinsk. Precisamente hace tres días Greenpeace realizó análisis en tres aldeas de esa provincia de los Urales que revelaron niveles de radiación cinco veces superiores al máximo permitido. Los vertidos contaminantes del complejo van a parar al río Techa, en cuyo lecho el nivel de radiación es 600 veces mayor.
Todavía no está decidido dónde se construirá la planta de almacenamiento definitivo. El primer candidato es Mayak (depósito profundo de porfirita), pero también se estudia la provincia siberiana de Krasnoyarsk (en Zhelesnogorsk, depósito profundo de granito), en los hielos perpetuos o permafrost de la isla ártica de Nueva Zembla o en las formaciones de granito de la nórdica península de Kola (su ciudad principal es Múrmansk).
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