Cortés amplía su poder y dirigirá toda la política cultural en el extranjero
El secretario de Estado de Exteriores niega que se vacíe de competencias a Cultura
Miguel Ángel Cortés, secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica del Ministerio de Exteriores, compareció ayer en solitario ante la prensa para explicar los planes de la política cultural española en el extranjero. Sin estar acompañado de ningún representante de Educación y Cultura, Cortés negó que la reordenación de competencias culturales redunde en beneficio de Exteriores. Asimismo, rechazó que la creación de una Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, que comenzará a funcionar el día 29, se solape con la actividad del Instituto Cervantes.
Dispersión
¿Malestar en el Ministerio de Cultura? "No puedo hablar en su nombre", comentó Cortés, "pero ni en la discusión en el Consejo de Ministros ni en las reuniones de secretarios de Estado y subsecretarios me consta que haya habido problemas. Por otra parte, soy muy amigo de Luis Alberto de Cuenca [secretario de Estado de Cultura] y hablo con él casi todos los días. En lugar de acuerdos algunos quieren ver elucubraciones o intoxicaciones".De este modo despachó ayer Cortés las críticas que han lanzado en privado los responsables del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que dirige Pilar del Castillo, hacia la concentración de poder cultural en el extranjero en manos del secretario de Estado de Cooperación, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Preguntado sobre el posible solapamiento de la actividad del Instituto Cervantes, creado para la difusión en el mundo de la lengua y la cultura en español, con la nueva sociedad Cortés fue tajante: "El Instituto Cervantes es un organismo autónomo que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores. Por tanto, no puede haber solapamiento entre la parte y el todo. El Cervantes está dedicado a la enseñanza y difusión de la lengua y la cultura española, pero cabe recordar que no está presente en países hispanohablantes".
En todo caso, Cortés reconoció que las competencias y responsabilidades culturales se encuentran muy dispersas en España entre los distintos ministerios, de un lado, y entre las comunidades autónomas, de otro, que gestionan las transferencias en esta materia desde hace años."De la secretaría de Estado de Cultura", aclaró Cortés, "dependen organismos tan importantes como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional o la Orquesta Nacional de España, entre otros. La creación de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior no significa un vaciamiento de las competencias del Ministerio de Educación y Cultura, sino una reordenación".
Un portavoz de Pilar del Castillo manifestó ayer por la tarde que la ministra tenía claro que el nuevo organismo estará bajo la coordinación de los dos ministerios: Asuntos Exteriores y Educación y Cultura. El citado portavoz negó que la dirección política del nuevo organismo -cuya creación fue aprobada en el último Consejo de Ministros del pasado viernes- fuera a recaer en las manos de Cortés. "No teníamos conocimiento", agregó el portavoz, "de que se hubiera convocado una conferencia de prensa para explicar la adscripción de la dirección general de Relaciones Culturales a la Agencia Española de Cooperación Internacional y la creación de la Sociedad Estatal".
Tanto Luis Alberto de Cuenca como Fernando Rodríguez Lafuente, director del Cervantes, declinaron ayer dar su opinión a este diario sobre las implicaciones políticas de esta reordenación de competencias culturales. Cortés insistió, una y otra vez, en que la coordinación funciona entre los distintos organismos de promoción cultural en el extranjero. Puso como ejemplo la capital italiana, donde España cuenta con la Academia de Roma, la Embajada y una sede del Instituto Cervantes.
Babelia
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