La programación de Baleares enfrenta a RTVE y los socialistas

Retrato de Aznar

La ruptura del acuerdo de colaboración entre Radiotelevisión Española (RTVE) y el Gobierno balear ha tenido un doble efecto: además de afectar a las emisiones territoriales de las islas ha crispado las relaciones entre el ente público y el Grupo Socialista. El pacto televisivo se rompió después de que el Gobierno balear denunciara el incumplimiento por parte de RTVE de las horas de programación que, por contrato, tenía que emitir la cadena pública en las islas.Afinando en los datos, el diputado socialista Máximo Díaz-Cano dijo ayer que RTVE "ha hurtado" 123 horas de desconexión al centro territorial de Baleares. Tan elevado número de horas "no se justifica sólo por la retransmisión de los Juegos Olímpicos", tal y como había explicado poco antes el director general del ente público, Javier González Ferrari, durante su comparecencia ante la comisión de control de RTVE. "Hemos estado negociando todo el tiempo posible", argumentó para intentar justificar el fin del acuerdo.

El pacto en vigor comprometía al Gobierno que preside Francesc Antich a financiar con 200 millones de pesetas anuales la programación especial de TVE para Baleares. Una cláusula precisaba que la supresión de las emisiones regionales no superaría las 50 horas anuales. Pero la programación saltaba "cada dos por tres por acontecimientos deportivos o retransmisiones de toros", según el director de Comunicación del Gobierno balear, Jordi Bayona. Hasta ahora, TVE ha cobrado el primer plazo: 100 millones de pesetas, correspondientes al primer semestre de 2000. El resto del pago está siendo valorado a la baja.

Durante la comisión parlamentaria, la diputada del PP Rosa Estaras atribuyó la ruptura del acuerdo no al Gobierno balear (configurado por cuatro formaciones políticas), sino directamente al PSOE. Tras una vehemente defensa de RTVE -"ha cumplido escrupulosamente el convenio"- y del pacto firmado en su día por el ex presidente Jaume Matas (del PP) achacó el fin del acuerdo a "partidos de izquierda" que "prefieren coger el dinero y dárselo a productoras amigas del Grupo PRISA". Desde la capital balear, Bayona retó a la diputada a demostrar que se haya desviado "una sola peseta" y achacó "a la ignorancia o a la mala fe, o ambas cosas a la vez", el comentario de la diputada del PP.

Entretanto, el director general se limitó a leer en el Congreso un comunicado del comité de empresa de TVE de Baleares en el que los trabajadores expresan su "preocupación" por la ruptura del pacto. Pero omitió otro texto de pocos meses antes en el que los mismos trabajadores denuncian la "vergonzosa" sucesión de "apariciones gratuitas de miembros del PP" y cuestionan los reportajes "de interés" dedicados a la ahora diputada Rosa Estaras, ex consejera del Gobierno de Matas y cuya gestión está siendo sometida a investigaciones judiciales.

A las ya tradicionales polémicas entre González Ferrari y los diputados de la oposición por la "manipulación" de los telediarios, el rifirrafe se extendió ayer a la serie La ley y la vida. Díaz-Cano quiso saber la opinión del director general sobre la aparición de un retrato del presidente del Gobierno, José María Aznar, en la serie de abogados de TVE-1. González Ferrari despachó la pregunta leyendo un comentario de un crítico de televisión publicado en El Norte de Castilla.Tras el inicial estupor, Díaz-Cano preguntó con ironía si en El botones Sacarino aparecería Rato o si la ministra Villalobos irrumpiría en ¡Ala...Dina! "cambiando las gangas por filetes de primera". Ya en tono más serio dijo que la colocación del retrato de Aznar dentro de La ley y la vida es lo más parecido a un "cartel electoral" y recriminó al director general haber comparado, en su reciente respuesta al consejo de administración, la fotografía de Aznar con la del Rey, que también aparecía en la serie. Ferrari negó ayer haber efectuado tal comparación y el diputado socialista echó más tarde mano de las actas para apoyar sus denuncias.