Los españoles son los más tolerantes de la UE con otras religiones

Problema danés

Los españoles son los ciudadanos de la Unión Europea más tolerantes con otras religiones, según una encuesta del Eurobarómetro encargada por el Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC). "¿Le molesta la presencia de personas que profesan una religión diferente a la suya?". Unas 17.000 personas de todos los países de la UE repondieron a esta pregunta. El 15% asintió, pero más del 80% respondió con una negativa: no, no les molesta en absoluto. A raíz de este sondeo, el Observatorio observa que "los ciudadanos de los Estados miembros de la UE son, por lo general, sumamente tolerantes en lo que se refiere a otras religiones". En nueve Estados miembros la actitud es más abierta que la media europea. Sobre todo en España, donde sólo el 5,6% expresó su rechazo a credos diferentes, mientras que el 92,9% asegura aceptar sin problemas la presencia de otras religiones.

"La postura de los ciudadanos españoles es muy positiva, porque parecen identificarse más que otros con los principios éticos europeos, a favor de la igualdad de derechos entre diferentes culturas", comentó a este periódico el portavoz de Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia, el danés Bent Sörensen. A su juicio, la sólida identidad religiosa de los españoles es un factor favorable para poder aceptar otras creencias: "Cuanto menos se duda de la propia identidad, menos se teme el contacto con otras culturas".

Todo lo contrario ocurre en Escandinavia, donde "la gente está desorientada buscando nuevos valores". El país más reacio a otras religiones es Dinamarca. El 31,7% de los daneses expresan adversión ante quienes creen en otros dioses. La situación es también preocupante en Bélgica (25,6%) y Alemania (16,3%).

Sörensen señaló que, en Dinamarca, a los problemas de identidad nacional y religiosa se suma la presión ejercida por el Partido Popular Danés, que propaga ideas xenófobas haciendo especial hincapié en el rechazo al islam. La directora del Observatorio, Beate Winkler, indicó: "El resultado de la encuesta no puede considerarse sencillamente como consecuencia del fenómeno de inmigración o del grado de diversidad religiosa en la sociedad. Cuando los partidos crean en la sociedad una división del tipo "nosotros contra ellos" a fin de excluir a inmigrantes y minorías, es preciso considerarla como una poderosa estrategia discursiva que debe rechazarse firmemente y contra la cual hay que luchar". Un caso singular es Austria, el único país de la UE que tiene en su Gobierno un partido que esgrime argumentos claramente xenófobos (FPÖ). Las respuestas de los ciudadanos austriacos no difieren del promedio europeo (el 11,6% rechaza la presencia de otras religiones y el 82,3% la acepta). El ultraderechista austriaco Jörg Haider atiza la discriminación de extranjeros, pero no pone de relieve el aspecto religioso.