Protestas multitudinarias contra ETA en los tres campus del País Vasco
La conmoción que ha producido en el mundo universitario el primer atentado de ETA, que resultó frustrado, en el interior del recinto docente vasco era ayer palpable. Las concentraciones de protesta fueron multitudinarias en los tres campus de la Universidad del País Vasco. La constatación de que ETA había querido matar de forma indiscriminada ha extendido el miedo y la preocupación en la comunidad universitaria. El lehendakari se desplazó ayer a Leioa para mostrar la solidaridad de su Gobierno.
Nuevos carteles
Profesores y alumnos de la Universidad del País Vasco (UPV), acompañados del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el consejero de Educación, Inaxio Oliveri, se concentraron ayer para mostrar su indignación contra el intento de atentado cometido por ETA mediante la colocación de una bomba con tres kilos y medio de dinamita en un ascensor, presuntamente destinada a un profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de Leioa.La constatación de que la banda terrorista ha incorporado a la Universidad del País Vasco entre los objetivos de su ofensiva destinada a expandir el pánico ha provocado una mezcla de indignación y preocupación que ayer era palpable en el comunicado de condena, leído por el decano de la citada Facultad, José Manuel Susperregi, y en las declaraciones de los responsables universitarios.
Fuentes próximas a la policía autonómica corroboraron que el atentado, frustrado por el aviso dado por el escolta de una docente que descubrió el paquete bomba, perseguía matar y atentar de forma indiscriminada contra profesores y alumnos de la facultad.
Los expertos en desactivación de la Ertzaintza, que quitaron el receptor conectado a la bomba, pudieron confirmar que el activador funcionaba perfectamente y la bomba hubiera explotado de haber recibido la señal desde el mando a distancia, si el paquete no hubiera despertado las sospechas del escolta de una profesora.
El atentado contra la Facultad de Periodismo se inscribe también en la ofensiva que tiene en el punto de mira a directivos y trabajadores de los medios de comunicación, a los que ETA considera enemigos del proceso de construcción nacional o instrumentos que desempeñan un papel clave en el conflicto.
Carteles rotulados a mano y firmados por la organización juvenil Haika han aparecido estos días pegados en las paredes de distintos barrios de San Sebastián y reinciden en la ya conocida calificación de los periodistas como "terroristas de la pluma", "enemigos" y "mercenarios" que están al servicio del Ministerio de Interior. En algunos casos el panfleto finaliza con la consigna !Hormara! (Al paredón).Miles de personas se sumaron ayer al paro de una hora y asistieron a las concentraciones de 15 minutos de silencio con las que la comunidad universitaria vasca quiso expresar su indignación por el atentado del lunes. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, José Manuel Susperregi, destacó especialmente la gravedad del atentado por tratarse de "la primera vez que un centro de enseñanza es atacado por un artefacto que no discrimina, que tiene por objetivo a todos". El comunicado añade: "Como comunidad universitaria, integrada por alumnado, profesorado y personal de administración y servicios, exigimos nuestro derecho a pensar y expresarnos en libertad sin por ello jugarnos la vida. Exigimos libertad. Askatasuna".
Susperregi reconoció que la consecuencia más inmediata del atentado es la existencia de un "ambiente de preocupación", pero expresó su convencimiento de que "la normalidad se va a instaurar poco a poco". Y añadió que tras este episodio la universidad va a estar, al menos, más sensibilizada con la violencia porque "por suerte, se ha celebrado una concentración, pero", dijo, "hoy podíamos estar en muchos funerales".
El vicerrector del campus de Álava, Antonio Rivera, adelantó que se van a volver a "examinar" las condiciones de seguridad y especificó que las medidas internas están siendo revisadas: "Éramos conscientes de que nosotros, al igual que otros ciudadanos, somos objetivo del terrorismo". El comunicado que se leyó tras la concentración en los tres campus de la UPV "agradeció" la profesionalidad de los servicios de seguridad internos así como a los agentes de la Ertzaintza encargados de la desactivación del explosivo.
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