Las galerías de arte temen el efecto de las falsificaciones
La desarticulación de una presunta red de falsificadores de obra gráfica de grandes artistas que se dio a conocer ayer en Barcelona ha llenado de nerviosismo a las galerías de arte de la ciudad. Tanto el gremio de galerías de arte de Cataluña como la Asociación Art Barcelona realizaron ayer sendos comunicados en los que manifestaban su repulsa por los hechos delictivos y, en el caso de la segunda, lamentaba también el efecto sobre el público que estas informaciones pueden tener de cara a la credibilidad de las salas. En ambos casos, se recomienda a los coleccionistas y posibles compradores que se dirijan siempre a galerías que pertenecen a alguna asociación conocida que pueda responder de la profesionalidad del vendedor. La galería 33, de Barcelona, desde la que supuestamente operaban los falsificadores, no pertenecía al gremio y era prácticamente desconocida en el ambiente profesional. El pasado agosto, esta sala colaboró con una exposición de obra gráfica en la galería Abad Aguirre, de Bilbao, en la que obtuvo grandes éxitos de venta, en parte a turistas que visitaban el Guggenheim.
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