Sanidad regula el uso de opiáceos contra el dolor para enfermos terminales
El Consejo Interterritorial de Salud aprueba el cambio de calendario de vacunación infantil
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó ayer durante una maratoniana sesión en el Ministerio de Sanidad el denominado Plan de Cuidados Paliativos, encaminado a regular el uso de opiáceos para los enfermos terminales. La medida, siempre según adelantaron fuentes del Ministerio, permite en ciertos casos la aplicación de medicación contra el dolor aunque sus efectos secundarios puedan adelantar el fallecimiento. La iniciativa fue refrendada por la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, que presidía el consejo, y los representantes autonómicos (algunas comunidades ya disponen de su propio plan). El consejo también dio luz verde al cambio del calendario de vacunación infantil.
Enfermos terminales
El Consejo Interterritorial de Salud, que ayer celebró su primera reunión ordinaria con Celia Villalobos como ministra, tuvo una apretada agenda. Durante más de siete horas, los representantes de Sanidad de las comunidades autónomas y los miembros del Ejecutivo trataron, entre otros puntos, la puesta en marcha del Plan de Cuidados Paliativos, el seguimiento del programa de reducción de listas de espera y la modificación del calendario de vacunaciones, el cambio de definición de caso de meningitis o la ratificación de la propuesta de designación del presidente de la Comisión de Trasplantes de Órganos y Tejidos.Éste último punto llegó a la mesa del consejo precedido por la polémica. El anterior presidente de la citada comisión, Rafael Matesanz, fue destituido en septiembre pasado por la ministra Celia Villalobos de su puesto de presidente de la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa, cargo que ocupaba desde 1995. Al retirar de su puesto europeo a Matesanz, creador de la red nacional de trasplantes, España perdió una presidencia considerada de gran representatividad en los sectores médicos especializados.
Ante este hecho, numerosos cirujanos y expertos en trasplantes salieron en defensa del defenestrado y equipararon su caída con un castigo. Así, el jefe de cirugía cardiaca del madrileño hospital Doce de Octubre, Juan José Rufilanchas, afirmó: "Parece mentira que una persona con este reconocimiento internacional sea apartada de un día para otro". En sustitución de Matesanz, fue nombrada Blanca Miranda, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, quien había defendido la permanencia de su predecesor en el sillón europeo. Miranda era la persona designada para ocupar la presidencia de la Comisión de Trasplantes de Órganos y Tejidos que anoche se debatía en el Ministerio de Sanidad.
El Plan de Cuidados Paliativos, pese a su impacto, apenas suscitó roces, según fuentes cercanas a la reunión, debido a su implantación en diferentes comunidades autónomas.
La medida, apoyada por gran parte de la comunidad médica, regula la aplicación de medicación contra el dolor (principalmente derivados de opiáceos) en pacientes terminales, aunque su administración pueda tener como efecto secundario el acortamiento de la vida. La base de esta iniciativa radica en el intento de mejorar la calidad de vida del enfermo, sin forzar jamás su muerte y siempre con su aquiescencia.
Villalobos aseguró al término de la reunión que el plan de cuidados paliativos aprobados es una respuesta al "envejecimiento de la población" y en concreto al aumento de casos de cáncer.
Un comunicado del ministerio subrayó que su objetivo es que los pacientes "puedan permanecer en sus casas durante el periodo terminal de su enfermedad". En ese tiempo, añade el texto, los enfermos deben recibir "cuidados que no irán dirigidos a la curación ni a intentar alargar su supervivencia" con lo que se descarta el denominado ensañamiento terapéutico.Otro punto aprobado en la reunión fue la reforma del calendario de vacunaciones para lograr la homogeneización entre las diferentes comunidades autónomas. Además, esta reforma preve la recomendación de nuevas vacunas.
Así, por ejemplo, a partir de enero de 2001, Sanidad introducirá una nueva vacuna contra la meningitis C que se administrará en tres dosis (a los dos, cuatro y seis meses de edad). También se adelanta la segunda dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) de los 11-13 años a los 3-6. Al comienzo de la edad escolar (a partir de los 4 años) se administrará una quinta dosis de la vacuna DTP (difteria, tétanos, pertussis) en lugar de la actual, que sólo cubre las dos primeras enfermedades.
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