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El Gobierno busca la plena inclusión de las cooperativas y autónomos en Hobetuz

El Gobierno quiere incluir en la Fundación Vasca para la Formación Continua (Hobetuz) a las cooperativas y a los autónomos. Su apuesta responde a una resolución del Parlamento de 30 de junio de 1998. Esta decisión no la comparten los sindicatos no nacionalistas (UGT y CC OO) ni la patronal vasca, Confebask. El viceconsejero de Trabajo, José Ramón Bengoetxea, justifica la medida en que Hobetuz sólo se financia de las cuotas de los trabajadores en un 40%. La fundación se reune esta semana con la división de sus miembros en dos.

El 'aguinaldo'

En Hobetuz participan el Gobierno vasco, con cinco representantes, Confebask, presidente de turno, con cuatro, ELA, con dos, y UGT, CC OO y LAB, con un representante cada uno. La reunión de esta semana quiere zanjar el acuerdo de formación continua, -la que reciben los trabajadores con empleo que desean reciclarse-, de 2001 en Euskadi. El acuerdo se alcanzará, de acuerdo con los participantes, pese a que las diferencias son abismales. Por un lado, se encuentra el Gobierno y las centrales nacionalistas que quieren un cambio total del actual funcionamiento. Por el otro lado, están la patronal y los sindicatos no nacionalistas que apuestan por un modelo continuista con el actual.El primer punto de debate es la inclusión de las cooperativas. Bengoetxea esgrime un resolución del Parlamento para su inclusión. Los problemas de financiación que la fundación ha tenido este ejercicio apoyan su argumento. Hobetuz ha tenido que recortar su plan para 2000 porque el Gobierno central no ha enviado 3.500 millones de pesetas procedentes de los Presupuestos Generales del Estado. Esta cantidad había llegado en años anteriores gracias al pacto de legislatura alcanzado entre PNV y PP en el anterior mandato del presidente del Gobierno, José María Aznar.

En tiempos de alta crispación política entre el PP y las fuerzas nacionalistas, el Ejecutivo central cerró el grifo. Así Hobetuz se ha tenido que conformar con unos fondos inferiores: 1.000 millones llegados del Fondo Social Europeo (FSE), 1.350 millones aportados a última hora por el Gobierno vasco y 1550 millones de pesetas llegados del Inem por las cuotas de formación y asignados por comisión tripartita formada en Madrid por la patronal CEOE, los sindicatos (UGT y CC OO) y el Ministerio de Trabajo. De todos estos fondos sólo los de la tripartita, el 40%, llegan directamente de las cuotas a la Seguridad Social. Esta año se cuenta sólo con estos fondos, ya que nadie confía en el el aguinaldo de Madrid.Pese a que los autónomos y los cooperativistas, que también lo son, no pagan cuotas, Bengoetxea justifica su decisión de incluirlos en Hobetuz en que la mayor parte de la financiación ya no procede de cuotas, sino de impuestos (los fondos aportados por el propio Ejecutivo y los del FES). La inclusión de las cooperativas en Hobetuz se haría en el tramo de la patronal, tal y como ocurre en el Consejo Económico y Social (CES). "La entrada de las cooperativas no se va a notar prácticamente porque su peso es limitado, indica el viceconsejero de Trabajo.

La otra gran diferencia que las partes de Hobetuz deben discutir es la propuesta de los sindicatos nacionalistas y del Gobierno de que la formación continua se integre dentro de los criterios que establece el Plan Vasco de Formación Profesional, el llamado catálogo modular. El plan fue aprobado por todas las partes en Hobetuz, sin embargo, aquellos que tienen centros propios de formación (UGT, CC OO y Confebask) no quieren que se aplique al acuerdo de formación continua.

Estos últimos alegan que su aplicación llevaría a que fueran solo los centros de Formación Profesional de la red vasca, bien públicos o privados, los que pudieran impartir los cursos. Bengoetxea, sin embargo, rechaza esta tesis y señala que cualquier centro que se adapte a los criterios de calidad que se han impuesto en el Plan de FP podrían seguir impartiendo cursos. "Nuestra idea es priorizar la formación asociada al catalogo modular, darle más relevancia", señala Bengoetxea para indicar su voluntad de marcar una tendencia que no impide una adaptación al mismo ni la existencia de los planes de empresa.

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El último escollo para alcanzar un pacto es el Acuerdo Nacional de Formación Continua alcanzado entre el Ministerio, los sindicatos y la patronal en Madrid, que se firma hoy.

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