Saramago ofrece a Argentina su mediación ante los presos de La Tablada

"Situación crítica"

El escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura de 1998, criticó ayer al Gobierno argentino por no buscar una solución al problema de los presos de La Tablada, que hoy cumplen 100 días en huelga de hambre, y ofreció sus buenos oficios ante una eventual mediación con las autoridades.Saramago visitó ayer a los 12 reclusos, que están ingresados en el hospital Fernández, de Buenos Aires, y según dijo, el estado de los huelguistas es grave. "Yo sólo soy un grano de arena en la lucha por la libertad de estos presos", precisó el escritor, que llegó a la capital argentina invitado por el Grupo Santillana para presentar su último libro: La caverna. "Fueron condenados hace 10 años por una ley inconstitucional, que se mantiene como una joya negra".

Saramago forma parte de una comisión internacional por los presos de La Tablada, de la que forman parte, entre otros, los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Rigoberta Menchú; el ex presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; el lingüista estadounidense Noam Chomski; el cantante brasileño Chico Buarque; el periodista español Manuel Vázquez Montalbán y destacadas autoridades religiosas de América Latina. "Desde 1995, cada fin de año, cada Navidad, surgía la promesa latente de que iban a ser liberados y nunca ocurrió", escribían los miembros de la comisión en un comunicado difundido en abril pasado.

"Los presos están llegando a una situación crítica. Estamos haciendo gestiones a todos los niveles, incluso lo hemos intentado ante el Vaticano y ante el Episcopado argentino que hoy se reúne con el presidente. El Consejo Mundial de Iglesias y diferentes personalidades y organizaciones internacionales abogan por una solución a este caso", explicó el pastor protestante José de Luca, presidente del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos, que se reunió con el escritor.El 23 de enero de 1989, en la recta final del Gobierno de Raúl Alfonsín, un grupo armado del Movimiento Todos por la Patria (MTP) tomó por asalto el regimiento de infantería de La Tablada, en la provincia de Buenos Aires. Después de 36 horas de combates, el Ejército recuperó el cuartel dejando un reguero de sangre: 39 muertos entre civiles, militares y policías, y un número indeterminado de desaparecidos. Trece de los capturados -12 de ellos hoy en huelga de hambre, ya que una presa suspendió la protesta hace dos semanas- fueron condenados a cadena perpetua.

En 1997, la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió una "investigación independiente, completa e imparcial" de los hechos para esclarecer las violaciones de derechos humanos cometidos. El Gobierno argentino, tanto el que presidió el peronista Carlos Menem como el que encabeza el radical Fernando de la Rúa, han dado la callada por respuesta.