Nueva ofensiva etarra contra dependencias judiciales de Euskadi
La organización terrorista ETA ha encadenado en sólo dos días sendos ataques contra dependencias judiciales del País Vasco. El último, durante la madrugada de ayer -24 horas después de un sabotaje contra los juzgados de la localidad de Eibar (Guipúzcoa)-, ocasionó daños importantes en el acceso a la sede judicial de Durango (Vizcaya). No se produjeron daños personales ni fue necesario evacuar a los vecinos. Sólo los bomberos tuvieron que intervenir para sofocar las llamas.
Desobediencia civil
Los violentos volvieron a ampararse en la oscuridad de la noche para colocar un artefacto incendiario junto a la puerta del Juzgado de Durango que poco después hicieron explotar. El ataque causó daños de importancia en la zona de acceso a las dependencias judiciales y la caída de un falso techo del edificio.La bomba estaba compuesta por una garrafa con 25 litros de gasolina y un componente pirotécnico. Los hechos ocurrieron sobre la una y media de la madrugada en la plaza Ezkurra de la localidad vizcaína, donde se encuentra la sede judicial. La explosión no causó ningún daño personal ni obligó a desalojar a los vecinos de la zona, aunque sí precisó de la intervención de los bomberos para sofocar las llamas.
Este sabotaje sucede al atentado frustrado un día antes en el acceso a los juzgados de la localidad guipuzcoana de Eibar, donde los terroristas colocaron tres kilos de dinamita oculta en una bolsa de deporte. En esa ocasión, las sospechas que levantó este bulto en un vecino y una llamada telefónica advirtiendo del hecho al periódico Gara (heredero de Egin) permitieron que la Ertzaintza lograra desactivar el artefacto explosivo.
La campaña etarra contra la judicatura y la abogacía vivió otro episodio el pasado 22 de octubre, cuando ETA remitió un paquete bomba -100 gramos de pólvora dentro de un ejemplar del libro El árbol y las nueces- al decano del Colegio de Abogados de Guipúzcoa, José María Muguruza.
Hace escasas semanas, y en el transcurso de una campaña a favor de la desobediencia civil, varios simpatizantes de ETA clausuraron simbólicamente la sede de los juzgados ubicados en el centro de San Sebastián. En esta protesta participaron militantes de Eusko Alkartasuna (EA) e incluso altos cargos de la Administración vasca pertenecientes a este partido, lo que desató la polémica porque el consejero de Justicia del Gobierno autonómico, Sabin Intxaurraga, es miembro de este partido.
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