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Los ludópatas alertan sobre el peligro que acecha a los menores al poder acceder a Internet libremente

Un menor se gastó 400.000 pesetas de la cuenta corriente familiar pagando con una tarjeta de crédito en una de las 30.000 páginas de juego que hay en Internet. "Éste es sólo un ejemplo de los muchos que empiezan a llegarnos, de estas características, a las asociaciones", asegura Juan Luis Suárez, presidente de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fajer) que, estos días celebra su X Congreso. Los ludópatas andaluces alertan sobre el incumplimiento de la ley por parte de las empresas de juego y critican la inhibición de la Junta en esta materia.

La adicción al juego es una enfermedad. En Andalucía hay 500.000 adictos a los juegos de azar, de los que 130.000 son ludópatas reconocidos. Aún así, el sistema público sanitario no dispone de unidades específicas para tratar a esta patología.Juan Luis Suárez, presidente de Fajer, se queja de la dejación de la Administración, al permitir el libre acceso de los menores a los locales de juego. Por otra parte reclaman que las máquinas tragaperras desaparezcan de los bares; también piden que la Junta grave con más impuestos al juego -el año pasado el Gobierno andaluz recaudó por este concepto 50.000 millones de pesetas- y reinvierta parte del dinero recaudado en programas de rehabilitación para estos enfermos.

Las doce asociaciones que componen Fajer están tratando en estos momentos a 3.182 ludópatas. Para ello sólo cuentan con los 73 millones de pesetas que les da Asuntos Sociales. "Apenas 80 pesetas al día por enfermo", se queja Suárez. Sin embargo, Fajer y sus afiliados cuentan con equipos multidisciplinares en los que hay psicólogos, médicos, asistentes sociales y juristas. Un amplio espectro de especialistas para abordar una patología muy difícil de detectar -suelen pasar varios años hasta que la familia se entera de que el jugador es un adicto", asegura Suárez-. Una enfermedad progresiva, crónica "y mortal", puntualiza el presidente de Fajer, "porque cada día son más los suicidios entre los jugadores".

Jugadores que pueden ser médicos, ingenieros, policías... "Nadie se libra de caer en esta dependencia que responde a los factores de vulnerabilidad que todos tenemos", explica Ángeles González, psicóloga y responsable de la única Unidad que hay en España para el tratamiento de la ludopatía. González trabaja en el Hospital de Bellvitge (Bercelona) y opina que "detrás de cada jugador puede haber siempre una causa genética". El ludópata tipo andaluz tiene entre 18 y 35 años, dispone de tiempo y de dinero -gana entre 120.000 y 200.000 pesetas-, y un nivel cultural medio. Por sexos, hay una mujer ludópata por cada 9 hombres. Y, de cara al futuro, según González, el mayor peligro lo corren los jóvenes "por el fácil acceso que ahora tienen al juego".

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