Bruselas alerta sobre el dominio de los antiguos monopolios
Vigilancia sobre tarifas
El mercado de la telecomunicaciones sigue creciendo este año a un ritmo muy fuerte en la Unión Europea (UE), sobre todo la telefonía móvil que, con una tasa de crecimiento del 20% en cuanto al valor de mercado, es el negocio más dinámico, según un informe de la Comisión Europea publicado ayer, que hace balance de los tres años de liberalización. Bruselas advierte, sin embargo, de que el control del mercado continúa en manos de las antiguos monopolios telefónicos.El de las telecomunicaciones es un sector clave para el crecimiento económico de la UE, a la vista de las cifras del informe presentado ayer en Bruselas y que analiza este mercado después de la liberalización.
El valor total de ese mercado se eleva ya a 190.700 millones de euros (31,7 billones de pesetas), lo que representa un incremento del 9% comparado con 1999. La telefonía móvil supone casi una tercera parte del mercado, con 57.800 millones de euros (9,6 billones de pesetas), un 20% de incremento.
La liberalización ha sido en general positiva, concluye el documento, porque ha facilitado la entrada de nuevos operadores (ahora existen 122 empresas con licencia nacional de explotación). El Reino Unido es el país con mayor número de empresas (51), seguido por Alemania (13) y Finlandia (11). Esto ha permitido que la parte de mercado de los principales suministradores de servicios de telefonía móvil (en su mayoría filiales de los operadores históricos) se reduzca con la entrada de nuevos competidores del 68% en 1998 al 50% en 2000.
Pero Bruselas recomienda a los socios comunitarios que extremen la vigilancia sobre las tarifas de las operadoras tradicionales -pese a la liberalización, dominan en la práctica el mercado- con el objetivo de que los precios se ajusten lo máximo posible a los costes.Hay otros problemas pendientes. La Comisión Europea también llama la atención sobre un hipotético retraso de la apertura a la competencia de la llamadas locales, prevista para el 1 de enero de 2001. Telefónica -propietaria de la red de telefonía local en España- ya ha advertido de que esa apertura podría retrasarse.
La Comisión Europea destaca, además, los precios elevados de los servicios de itinerancia internacional.
