_
_
_
_

Una vida en rock

Diego A. Manrique

Hay influencias y hay modelos. Los Beatles siguen siendo el paradigma del grupo pop creativo, por su extraordinaria productividad y por el inmenso territorio que cubrieron en sus nueve años de vida pública. Todos se miden con esa obra monumental, nadie ha logrado algo similar. Por el contrario, la herencia del John Lennon en solitario es más bien una actitud, un modo de comportarse, una vida en rock.El Lennon de la primera mitad de los setenta es un iconoclasta, que rompe el bonito juguete de The Beatles y decide colocarse en el ojo del huracán. Denuncia, provoca, se compromete, hace canciones vibrantes y discos mediocres, no tiene miedo a quedar en ridículo o retar al monstruo, llámese Richard Nixon o heroína. Prácticamente, todas las posteriores figuras del rock que aparecieron cabalgando sobre olas sociales se miraron en Lennon. Algunos supieron asimilar las enseñanzas consiguientes (caso de Bono) y jugaron a fondo evitando las trampas mientras que otros se hundieron (Kurt Cobain).

Más información
Miles de personas peregrinan al edificio Dakota para recordar 20 años sin Lennon

Se olvida, sin embargo, que hay otro Lennon, el de la segunda mitad de los setenta, que se va hacia el otro extremo. Rompe contacto con el mundo, desarrolla excentricidades de millonario, pierde la perspectiva. La música que Lennon ultimaba cuando fue asesinado tendía hacia lo banal, era esencialmente irrelevante fuera de sus apartamentos en el Dakota neoyorquino. Aquí también hay una lección igualmente importante. Una lección que lennonianos militantes, como los hermanos Gallagher, no llegaron a comprender. Lo de Lennon desembocó en tragedia, lo de Oasis está siendo una farsa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_