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La Junta vuelve a recurrir ante el TSJA el plan de ordenación urbana aprobado por Jesús Gil

La historia del conflictivo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que pretende sacar adelante el alcalde de Marbella, Jesús Gil, se repite. El pasado lunes, los ediles del Grupo Independiente Liberal (GIL) hicieron caso omiso por segunda vez a la resolución contraria de la Comisión Provincial de Urbanismo y, como en agosto de 1998, aprobaron de nuevo su proyecto de planeamiento urbanístico; ayer, la consejera de Obras Públicas, Concha Gutiérrez, imitó las medidas de hace dos años: la Junta volverá a recurrir ante el TSJA el plan de Gil, que ya fue suspendido por este tribunal en septiembre de 1998.

Auto judicial

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) amparó hace dos años, casi en su totalidad, un recurso contencioso-administrativo de la Consejería de Obras Públicas contra el PGOU aprobado entonces por el Ayuntamiento de Marbella. En aquella ocasión, el TSJA apenas tardó mes y medio en decretar la suspensión del plan de ordenación urbana; el tribunal dio la razón a la Junta y estimó que el Ayuntamiento había invadido competencias autonómicas al ignorar el rechazo de la Comisión Provincial de Urbanismo a la propuesta de Gil. El alcalde de Marbella planteó una nueva revisión del PGOU en mayo y la remitió a la Comisión Provincial de Urbanismo, que volvió a rechazarla el pasado 30 de octubre. Y por segunda vez, Gil hizo oídos sordos de la negativa de este organismo (dirigido por la Consejería de Obras Públicas) y el lunes, en un tumultuoso pleno, impulsó la aprobación del PGOU sin el respaldo autonómico ni del resto de partidos políticos (PSOE, PP y PA) con representación en Marbella.

"Es un acuerdo nulo y esto significa que las licencias que se concedan según este plan son nulas", avisó ayer Concha Gutiérrez, poco antes de abrir un acto de su Consejería en Sevilla. La titular de Obras Públicas reiteró que la aprobación del PGOU contra el criterio de la Comisión Provincial de Urbanismo es "una invasión de competencias" y anunció que el Gobierno andaluz "intentará restaurar la legalidad" con un nuevo recurso ante el TSJA.

Gutiérrez admitió que la aprobación inicial del planeamiento urbanístico es "competencia municipal" pero recordó que la "aprobación definitiva del PGOU corresponde a la Junta", como reconoció el TSJA en su anterior auto. La consejera subrayó que "hay unas reglas de juego ya establecidas"; Obras Públicas mantiene que, mientras no llegue a un texto consensuado con el Ayuntamiento de Marbella, el plan vigente es el de 1986. De hecho, la Junta decidió publicar en el Boletín Oficial de la Provincia este PGOU ante las exigencias de la Fiscalía de Málaga, que requería este paso formal para considerarlo en vigor. "Lo que ha hecho Gil no tiene base jurídica alguna", recalcó Gutiérrez, quien indicó que en la última reunión de la Comisión Provincial de Urbanismo se hizo un ofrecimiento al Ayuntamiento marbellí "para trabajar conjuntamente, con luz y taquígrafos, y con la participación ciudadana" en el diseño del planeamiento urbanístico. En aquella reunión, la Comisión consideró que la documentación presentada por Gil era muy confusa y que, incluso, incurría en "falsedad en documento público". Además, el alcalde apenas había modificado los aspectos del PGOU que motivaron el primer rechazo de la Comisión: la clasificación como urbanizable de millones de metros cuadrados en terreno forestal y el cambio de uso de suelo reservado a equipamientos o zonas verdes.

La titular de Obras Públicas anunció que su departamento seguirá recurriendo las licencias otorgadas por el Ayuntamiento que no se ajusten a la legalidad vigente (el PGOU de 1986). La Consejería ha impugnado ante los tribunales más de medio centenar de construcciones aprobadas por Gil (al que el TSJA le reconoció la potestad de conceder licencias), pero en la mayoría de los casos los jueces no se han pronunciado aún y las obras han seguido adelante.

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El alcalde de Marbella, Jesús Gil, insistió ayer en la legalidad de la revisión del PGOU que aprobó el pleno municipal el pasado lunes, informa Meme del Río.

Gil tachó de "títeres" y "piojosos" a los miembros de la Comisión Provincial de Urbanismo que el 30 de octubre rechazaron por segunda vez el texto, y señaló que no tiene "ninguna prisa" en enviar a los técnicos de la Junta de Andalucía el planeamiento elaborado y aprobado por su equipo de gobierno.

El alcalde de Marbella acusó también a la oposición de aceptar sobornos de promotores a cambio de no presentar denuncias, y al interventor de falsear documentos para evitar su imputación en el caso camisetas.

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