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Chaparrón en la madrugada

El consejero Ormazabal soporta fuertes críticas juveniles en un debate nocturno sobre vivienda

"Dejad de contarnos películas. Mientras vosotros habláis de ocupar viviendas con c nosotros tenemos que hablar de okuparlas con k". El consejero de Vivienda, Patxi Ormazabal; el portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Vitoria, Jesús Loza, y el presidente de las inmobiliarias locales, Jaime Rubias, tuvieron que escuchar imprecaciones muy subidas de tono de boca de los jóvenes que asistieron ayer a una mesa redonda, insólita hasta en su horario, ya que se celebró de madrugada, sobre el problema de la vivienda en la capital alavesa. El alcalde, el popular Alfonso Alonso, con quien también se contaba, no compareció.Cada uno se llevó su parte, pero fue el responsable de la materia en el Gobierno vasco el que tuvo que escuchar las mayores quejas de un grupo de participantes en el debate que en muchos momentos se mostró airado y descargó su frustración en las figuras que en la mesa representaban a la clase política y al empresariado del sector.

Todo en esta convocatoria era atípico. Se inscribía dentro de la campaña de ocio nocturno organizada por distintos colectivos y que se ha desarrollado durante cuatro fines de semana consecutivos en el centro cívico Aldabe de Vitoria. Por ello, la charla estaba programada desde las 00.30 hasta las tres de la madrugada. Mientras grupos de adolescentes disfrutaban en la parte baja del centro de una ruidosa discoteca y de un concierto de rock, en el tercer piso Ormazabal y el resto de los participantes en el debate, se tenía que enfrentar a un público hipersensibilizado con las cuestiones inmobiliarios y que en algunos casos procedía de organizaciones ciudadanas.

La ausencia de Alonso, quien adujo "motivos familiares" para no acudir, encrespó a muchos de los jóvenes y también a quienes sí acudieron a la difícil cita, que veían que tenían que capear el chaparrón de críticas sobre actuaciones que, en muchos casos, competían directamente a la gestión municipal. Por ejemplo, el sorteo de 171 pisos del ayuntamiento que el pasado 28 de noviembre congregó a más de 2.000 personas y ya había dejado fuera de la convocatoria a miles de ciudadanos. "Es vergonzoso que se quede fuera tanta gente", indicaba un joven visiblemente alterado. "Nos vendéis una moto con los planes de vivienda y al final la mayor parte de la población no puede entrar porque no alcanza los mínimos de ingresos exigidos", añadió.

Ormazabal quiso desgranar las líneas básicas de su gestión en la consejería de Vivienda y del plan Etxebide -"tenemos recursos limitados, pero en toda la comunidad autónoma hemos conseguido construir 19.000 pisos el año pasado, 3.600 protegidos, lo que es un logro"-, pero pronto tuvo que remangarse la camisa y entrar en un terreno más prosaico ante las encendidas quejas de los jóvenes. "No me digas que hablo de pájaros y flores porque te ofrezco datos", respondió a uno de ellos que le había acusado de estar divagando. "Además yo fui el primero que se enfrentó con el ayuntamiento anterior por su política de suelo", prosiguió. Y es que la figura del ex alcalde de la ciudad, el nacionalista José Ángel Cuerda, sobrevoló buena parte del tiempo el debate. Todos los contertulios coincidieron en que la situación actual se ha derivado de la "especulación de suelo" que se produjo durante los veinte años de gestión de este mandatario municipal. Jesús Loza destacó que el Plan General que su partido ha pactado actualmente con el equipo de gobierno municipal "ha liberado suelo para construir 30.000 viviendas", lo que supone una ruptura con la dinámica anterior.

Pero los jóvenes no dieron tregua. "No nos contéis cuentos chinos ni películas", señalaba uno de ellos. "No podemos hacer otra cosa que poneros a parir, porque sois los mismos que favorecéis los trabajos mal remunerados que nos impiden acceder a unos ingresos mínimos para comprar piso".

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