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Schröder rechaza que España tenga los mismos votos que Alemania

Pilar Bonet

En nombre del principio demográfico, que invoca para justificar una posición privilegiada de Alemania en la UE, el canciller Gerhard Schröder rechaza la idea de que España pueda tener el mismo número de votos que su país en la futura Unión ampliada. "No puedo aceptar una ponderación de voto en la que España, o más tarde Polonia -y piensen ustedes sólo en el producto interior bruto-, tenga tantos votos como Alemania, que tiene el doble de población", afirma Schröder en una entrevista con el semanario Der Spiegel.

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"No puede ser", sostiene el canciller alemán, "porque entonces se desarmaría todo". En un intento de diluir los problemas con Francia, que rechaza un número superior de votos de Alemania en el Consejo de la UE, Schröder trata de demostrar que la revisión del peso específico de los Estados en una Unión ampliada afecta también a otros países. "Si fuera un problema bilateral entre Alemania y Francia, uno se podría poner de acuerdo rápidamente en función de la historia y la política y postergar las matemáticas", afirma. El dirigente alemán argumenta, sin embargo, que "la renuncia al número de habitantes como un criterio general causaría dificultades entre Bélgica y Holanda" y también "supone dificultades para España". Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia tienen 10 votos cada uno en el Consejo, mientras que España tiene 8. Madrid apoya el deseo de Berlín de obtener un mayor número de votos y de distanciarse del resto de países de la UE, siempre y cuando la ventaja de Alemania respecto a los tres otros países grandes (Francia, el Reino Unido e Italia) sea igual a la distancia que separaría a España de este trío. El esquema en el que Alemania tendría 33 votos, mientras Francia, el Reino Unido e Italia tendrían 30 cada uno y España 27, es un planteamiento con el que Madrid está de acuerdo. Es "una propuesta que puedo aceptar", ha declarado, además, Schröder.

No obstante, el esquema en de no contar con alguna contrapartida echa por tierra la pretensión inicial española de ser contabilizado como uno de los grandes de la UE y consolidaría una gradación de países grandes, medianos y pequeños, en el cual España y Polonia jugarían en la misma liga, según se deduce de las palabras del canciller. Éste dijo que la cifra de 27 votos que corresponderían a España sería el mismo margen que se aplicaría también a Polonia, ya que este país tiene una población semejante a la de España.

La cumbre de Niza establecerá el lugar que los futuros socios ocuparan en el club sin que los 12 candidatos puedan intervenir decisivamente en la discusión. La mayoría de los esquemas que están hoy en las mesas de trabajo de los 15 miembros de la UE dan un valor muy parecido a España y a Polonia a la hora de votar.

Por otra parte, Hans Eichel, ministro de Hacienda alemán, declaró que la UE precisa la mayoría cualificada para impulsar los fondos estructurales, porque ese dinero se necesita para la ampliación. Eichel prevé que en el año 2006 ese dinero de los fondos de cohesión, que ha permitido hacer "maravillosos progresos" a España, Portugal y Grecia, a los que ha contribuido en gran manera Alemania, se destinen a la ampliación.

La posición de Schröder puede ser problemática para España (39 millones de habitantes) en el caso de que Alemania (82 millones) llegué a ceder en el principio demográfico frente a Francia (59 millones), el Reino Unido (59 millones) e Italia (57 millones), pero no lo hiciera frente a Madrid. "Si Alemania obtiene los mismos votos que Francia, Italia y el Reino Unido, España exigirá ese mismo número de votos", ha dicho el ministro de Exteriores, Josep Piqué, según el cual el artículo 50 del Tratado de Amsterdam le da derecho a ello.

Refiriéndose a la propuesta franco-alemana de reducir el número de comisarios e introducir el principio de rotación, Schröder manifestó que los Estados pequeños y medianos, apoyados por los candidatos al ingreso, "todavía no quieren" una reforma de la Comisión. "Tendrá que haber un compromiso, y lo habrá, que tenga en cuenta los intereses de los Estados pequeños y medianos". "Estoy decididamente a favor de que no quede ningún residuo [que resolver después] de Niza", afirmó Schröder.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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