Los objetores consideran las medidas de gracia un "truco" del Gobierno

El Movimiento de Objeción de Conciencia denunció ayer que el indulto concedido el viernes a 460 objetores es "un truco del Gobierno". Fernando Hernández, portavoz de esta organización, declaró a EL PAÍS: "Se trata de una operación de rentabilidad política: engrosar la lista de agraciados y colocar los casos de los objetores al lado de otros menos populares".Hernández explicó que la reforma de la Ley de Objeción de Conciencia realizada en 1998 redujo el castigo por insumisión a penas de entre cuatro y seis años de inhabilitación absoluta. Antes de ese año los condenados debían afrontar penas mucho más duras: prisión de seis meses a dos años, multas millonarias y hasta 12 años de inhabilitación.

A raíz de la reforma de 1998 los jueces están obligados a revisar de forma automática sus sentencias a la luz de la nueva ley. Es decir, a reducir las condenas a entre cuatro y seis años de inhabilitación. "El Gobierno le ha tomado la iniciativa al Poder Judicial y ha aprovechado para conceder un indulto que en la práctica tiene los mismos efectos que la obligatoria revisión de sentencia", afirma Hernández.

En efecto, la medida de gracia aprobada consiste en reducir la pena a una inhabilitación de cuatro años, que es la que suelen aplicar los magistrados en sus revisiones. Hernández explica que los 460 beneficiarios de la decisión del Gobierno son los condenados antes de 1998 que pidieron el indulto, "pero hay muchos más, que obtendrán el mismo resultado por la vía judicial". Por el contrario, recuerda que uno de los 12 insumisos (condenados por deserción o abandono de destino) que aún cumplen condena en la prisión militar de Alcalá de Henares, y que es pariente del ministro de Defensa, solicitó el indulto y le ha sido denegado.