Ron Howard hace con 'El Grinch' una fábula actual antinavideña

El Grinch es un ser verde y peludo que simboliza el espíritu antinavideño. Una fábula muy popular entre los norteamericanos que ha llegado a las pantallas con Jim Carrey encarnando al malhumorado monstruo y con Ron Howard (Cocoon; Un, dos, tres, Splash; Apollo 13 y Willow) como director. El filme recrea con humor un mundo fantástico que se rige por reglas demasiado cercanas a la realidad.

La influencia de Gaudí

El Grinch, un ermitaño resentido desde su infancia con los habitantes del pueblo fantástico de los Quién, detesta la Navidad y decide robar todos los regalos y viandas festivas, pero al final, arrepentido, las devuelve. Es una película que aparentemente va en contra del materialismo y el consumismo, pero que sucumbe a él. "Es una de las paradojas de la vida moderna", dijo Ron Howard ayer en Madrid, quitándole importancia al asunto. "La historia trata en realidad sobre los malentendidos entre las personas, más que sobre una preocupación por el tema de la Navidad. La niña es la única realmente preocupada sobre si el espíritu de la fiesta ha sido tergiversado por los adultos"."Lo que queríamos todo el equipo de producción era hacer una película fantástica, única, inusual y moderna. Jim Carrey fue el primero en aceptar que el filme no debería ser un vehículo para su lucimiento. Él quería convertirse realmente en El Grinch, un personaje que lo fascinó desde la infancia. A pesar del complicado maquillaje, que oculta su cara, insistió en hacerlo así. Claro que sus gestos y movimientos lo delatan", explica el director.

La película está basada en el relato del Dr. Seuss, un popular autor de los años cincuenta y sesenta. "Dr. Seuss fue una persona adelantada a su tiempo y por eso es ahora cuando sus cuentos están siendo adaptados al cine y el teatro. Tenían algo de crítica política y eran bastante ácidos. Muy distinto al predominante espíritu de Disney en la época. La combinación de las nuevas tecnologías, que permiten crear mundos extraños, junto con la sofisticación de los públicos actuales, incluidos los más jóvenes, ha hecho que tanto los temas como el sentido del humor del Dr. Seuss no sean ya tan oscuros para las mayorías".

Tan importante como el tono es la estética de la película. "La estética es algo que fue tomando su lugar a lo largo de la preparación del filme", continúa Howard. "En principio yo quería crear una oportunidad interpretativa para todos los actores, no sólo para Jim Carrey. Pero en este caso la estética, el maquillaje y los decorados han sido cruciales. Ambos aspectos evolucionaron simultáneamente y fue muy interesante ver cómo encajaba una cosa con la otra"."La obra de Gaudí es una influencia determinante en los decorados. Es un ejemplo vivo de un diseño extravagante y mágico pero que tenía un uso práctico. También quise que, como en los dibujos animados de Warner Borthers, cada uno de los objetos tuviera un cierto sentido del humor y algo de sátira. La película está pensada como una comedia contemporánea fantástica y no como un cuento de hadas tradicional".

Ron Howard ha crecido, prácticamente, en los platós. Primero como actor infantil y juvenil y luego como director. "Soy un orgulloso graduado en la Universidad Roger Corman de Películas de Bajo Presupuesto", bromeó Howard. "Estamos preparando una reunión de ex alumnos con otros como Jonathan Demme, Scorsese, Coppola, Bogdanovich, James Cameron y Joe Dante".

No ha aprendido mal. La recaudación de este filme, recientemente estrenado en Estados Unidos, lo ha situado ya entre los favoritos de la temporada. "Es la cuarta película que ha tardado menos en recaudar 100 millones de dólares en taquilla en Estados Unidos. Pero yo me siento mejor compensado por la acogida del público, sobre todo porque no sólo está funcionando como película para una audiencia familiar, sino que también está gustando mucho a los adolescentes. Les parece graciosa y cool".