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Dimitir

Dimitir. Verbo transitivo. Regular. Tercera conjugación. Desde el punto de vista gramatical no es complicado. Pero, sin duda, no es lo mismo ponerlo en práctica, porque lo cierto es que aquí no dimite nadie. Si con todo lo que hemos vivido en torno al brote de legionella de Alcoy; si con la evidente ocultación de información en torno al asunto que han perpetrado nuestras autoridades sanitarias; si con el desprecio hacia la ciudadanía del que han hecho gala al restar importancia al caso aun a costa de poner en peligro la salud de los administrados; si catorce meses de brote incontrolado, con al menos tres muertos y un centenar largo de afectados no son suficiente; si tras asegurar que todo está controlado siguen apareciendo nuevos casos; si, contra toda evidencia, las autoridades sanitarias insisten en que no existe relación causa-efecto entre la bacteria y los fallecimientos; si se tiene la desfachatez de comparar la actuación de la Administración en un brote de legionelosis -cuyo origen, peculiaridades y solución se conocen desde hace décadas- con la realizada con motivo de una patología nueva, de origen más que incierto y sin tratamiento conocido, como el síndrome Ardystil; si, a pesar de todo, mientras por un lado se reconoce que la epidemia afecta al 30% de los hogares, por otro se afirma que los informes son "tranquilizadores"... Si todo esto no es suficiente para que alguien dimita, ¿qué tendrá que pasar para que se produzca una dimisión? El jefe de informativos de TV-3 dimitió tras las críticas por el tratamiento que la cadena catalana dio a la información del asesinato de Ernest Lluch, que motivó un informativo de urgencia a medianoche y posteriores conexiones con el lugar de los hechos. Aquí, Canal 9, que ni siquiera interrumpió su infame programación para dar noticia del crimen, apenas si ha informado del brote de legionella y, sin embargo, no ha pasado nada. Aquí, altos cargos de Sanidad directamente implicados en el escándalo escurren el bulto. Mi compañero Adolf Beltran preguntaba ayer en esta columna en manos de qué tipo de gente estamos los valencianos. A la vista de lo que estamos viviendo, no cabe duda de que estamos en manos de una pandilla de irresponsables que no saben conjugar el verbo dimitir.

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