Los ex trabajadores de la FUA tachan de incompletos los exámenes médicos

La Consejería de Salud comenzó hace un mes unos controles médicos específicos para los antiguos trabajadores de la Fábrica de Uranio de Andújar (FUA). La asociación que agrupa a los afectados por la actividad fabril, a la que achacan sus dolencias, considera insuficientes los exámenes. José Soto, presidente de la asociación, resaltó que únicamente se están efectuando análisis sobre la masa ósea de un colectivo que estuvo sometido a dosis de radiación "por encima de lo que cualquier cuerpo humano es capaz de aguantar".

El Parlamento andaluz aprobó por unanimidad una proposición por la que se comprometía al Servicio Andaluz de Salud a la realización de las pruebas médicas que los ex trabajadores de la FUA reclaman desde hace más de una década. Los antiguos ex empleados de la fábrica se desplazan en grupos de cuatro, a diario desde el pasado 18 de octubre, hasta el hospital Reina Sofía de Córdoba para ser atendidos por Diego Martínez Concha, el mismo profesional que hace años comenzó unos análisis de la salud de los ex trabajadores que nunca se llegaron a terminar.

"He estado hablando con el médico y él también cree que sólo con la prueba de la masa ósea es imposible saber cómo nos ha afectado el uranio", advirtió el presidente de la asociación de antiguos empleados del complejo de uranio.

Los controles médicos que reclaman tienen que efectuarse "con urgencia" porque forman parte de los argumentos para la denuncia interpuesta en los tribunales de Andújar. A través de este procedimiento judicial, esperan que se reconozca que su trabajo se desempeñó entre medidas de seguridad insuficientes y se condene a los responsables de esta situación.

Restos

Las pruebas analíticas que realizaron a los empleados de la FUA en 1971 y 1972, en poder de la asociación, indican que en las muestras de orina que se les tomaron había rastros de uranio. "Todo el uranio no se elimina; se va quedando en algunas zonas del cuerpo y con el tiempo empieza a hacer daño", resaltó José Soto.Los ex trabajadores llevan reclamando 12 años controles médicos sin que se hayan efectuado aún tal y como ellos pretenden. "Queremos que nos controlen todo el organismo en revisiones periódicas", reclamó Soto.

Como último acto de presión han decidido acudir al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que les recibió el mes pasado en Sevilla. "Nos dijo que lo que pedimos es responsabilidad de la Junta de Andalucía y que él haría todo lo posible por conseguir que los exámenes los hiciesen especialistas en medicina nuclear de aquí o de la comunidad autónoma que tenga los mejores medios", explicó Soto.

Los responsables de la asociación de afectados están convencidos de que Salud pretende "que todo vaya lento". "Pero mientras siga un hijo en pie seguiremos recordando lo que pasó en la fábrica", afirma el portavoz de los afectados.

La FUA estuvo funcionando entre 1959 y 1980 transformando uranio. En este complejo trabajaba una plantilla de 126 personas, de las que ya han muerto 40 por enfermedades que los propios compañeros relacionan con su actividad profesional. Con estos argumentos, han iniciado un procedimiento judicial para exigir responsabilidades y compensaciones.