El ocio de las nuevas generaciones

Internet como Cyborg

El público más joven llena este fin de semana las salas del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en el Monasterio de La Cartuja, en Sevilla. Los aficionados a las nuevas tecnologías, con edades que van mayoritariamente de los 14 a los 30 años, acuden a su cita anual con Art Futura, la muestra de arte digital que cumple este año su XI edición.Art Futura evoluciona en las últimas ediciones hacia su conversión en una feria en la que las empresas punteras en técnicas informáticas y digitales muestran sus avances en los campos del ocio y las artes audiovisuales. Según reconoce su codirector, Antonio Mayo, "la muestra terminará convirtiéndose en un salón profesional para mostrar el trabajo de las empresas especializadas".

Cris Cunningham

La oferta que los visitantes encontrarán en el certamen, organizado por el Instituto Andaluz de la Juventud, va por ahí. Dos de los pilares de Art Futura, la exposición y las proyecciones de cortometrajes, están marcadamente orientados hacia el ocio de los más jóvenes.

Las conferencias, que constituyen el tercer apartado, abordarán un tema tan novedoso, y con especialistas tan jóvenes, como es el de Internet. El enfoque, que la red llegará a ser una poderosa extensión del pensamiento humano, una perfecta metáfora del Cyborg.Dos artistas muestran su obra en la exposición que este año trae Art Futura a Sevilla. Rebeca Allen es una de las pioneras en el uso del ordenador en su labor creativa. Ya a comienzos de los años 80, Allen comenzó a utilizar computadoras en sus trabajos. La artista estadounidense aporta a la muestra su instalación The Bush Soul, un programa informático que permite al espectador moverse a través de la obra mediante el uso de un mando (joystick, en el argot de los juegos de ordenador). A través del mando, el visitante recorre una sinuosa orografía habitada por curiosos seres ("avatares") cuyos movimientos y sonidos varían según avanza el paseo.

El otro artista que exhibe en la muestra, Alexander, que fue también pionero, en su caso en el uso de holografías, parece llevar un camino inverso al de otros artistas contemporáneos, ya que su obra más reciente, la que se puede contemplar en el CAAC, reside en pinturas al óleo, realizadas con las técnicas más convencionales.

Una vez satisfechas las ansias más culturales de los visitantes, comienza la parte más visual y participativa del recorrido por las nuevas tecnologías. Las empresas más punteras del sector atraen al público con sus simuladores. De entre las muchas firmas presentes, destaca Trispace VR, que presenta dos simuladores de realidad virtual que pueden ser probados por el usuario. El primero de ellos es una tabla de snowboard que, con las consiguientes gafas conectadas al ordenador, transporta al curioso a una ladera nevada por la que moverse con libertad, con el riesgo de caídas incluido. El segundo es un ala delta cuya simulación permite sobrevolar Bilbao o Manhattan.

El Centro Tecnológico Industrial (CTI) de la Universidad de Córdoba ha instalado un juego en realidad virtual, que es desarrollo de un sistema estadounidense llamado Cave. El jugador, equipado con un casco que le permite visualizar el juego, se ve inmerso, armado hasta los dientes, en un claustrofóbico laberinto en el que tiene que localizar y eliminar a otros nueve combatientes.

Otra empresa cordobesa, Ediciones Ilustres, permite a través de sus programas recorrer virtualmente la Sevilla monumental. Imágenes de los edificios más emblemáticos de la ciudad y recreaciones de cómo fueron en el momento de su construcción componen la oferta de esta firma, que se vende en disco compacto y que ya tiene una oferta similar con Córdoba y la prepara con Granada.

El plato fuerte de las proyecciones de Art Futura es la retrospectiva sobre el realizador británico Cris Cunningham, especializado en videos musicales. Una recopilación de sus mejores obras será proyectada hoy, mañana y el domingo en el espacio que ocupó en su día la iglesia del monasterio. Cunningham, considerado la figura más innovadora y revolucionaria en la historia de los videos musicales, ha trabajado con artistas como Madonna, Björk, Placebo o Portishead.La iglesia es un recinto en el que impresiona sentarse a contemplar los mejores cortos de animación digital y trabajos de efectos especiales del año, seleccionados en el Art Futura Show y en el programa Infografía en España 2000.

De entre esos trabajos, destaca la aportación de Digital Domain, los estudios de efectos especiales creados por James Cameron para la elaboración de la película Titánic. Digital Domain trae a Sevilla su último proyecto: la revolucionaria recreación digital del rostro, la figura y los movimientos del cantante James Brown para un museo de música rock que abrirá en breve en Seattle (Estados Unidos). El resultado presenta a un James Brown cuarenta años más joven que baila con su peculiar estilo al ritmo de la canción Sex Machine.

Todo esto y algo más son las razones que provocarán que miles de jóvenes llenen este fin de semana el CAAC en busca de las novedades tecnológicas que, en unos pocos años, ocuparán sus ratos de ocio.