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Entrevista:

"Es razonable que en 2006 no necesitemos fondos estructurales"

La Generalitat recorta sus inversiones y dispara la nómina en 2001 "para ajustarsea la realidad", según el consejero de Hacienda, que sueña con frenar el aumento de la deuda

Pregunta. ¿Por qué crece la Comunidad Valenciana por encima de la media del Estado?Respuesta. Porque hay más confianza. Cuando hay confianza, la gente invierte más, consume más, se atreve a crear nuevo empleo. Además el crecimiento es sostenido, tanto en la Comunidad Valenciana como en toda España. Podrá haber algún repunte de la inflación por la subida del precio del petróleo o la depreciación del euro, pero vivimos una etapa de gran estabilidad.

P. ¿Cuánto influye el presupuesto de la Generalitat en esa bonanza?

R. De manera decisiva. El grado de confianza y esperanza hacia la situación económica no es el mismo en la Comunidad Valenciana que en otras comunidades autónomas. Hemos avanzado en deficiencias de infraestructuras y tenemos grandes retos encima de la mesa.

P. ¿Por qué crece tanto la deuda pública?

R. Porque los nuevos criterios contables de la Unión Europea agrupan como deuda de la Administración pública la de aquellas empresas en las que más del 50% de sus ingresos provengan de la Administración y no de su explotación. En un momento concreto, eso ha elevado nuestra deuda. Pero hemos marcado un claro punto de inflexión con estos presupuestos y con la inequívoca voluntad de entrar en una línea de déficit cero.

P. ¿Qué peso tiene la deuda sobre el presupuesto?

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R. Toda deuda tiene reflejo en el presupuesto, como en el balance de cualquier empresa. En nuestro presupuesto tiene un peso del 4,4% que se puede asumir sin problemas. Lo ideal es evitar que siga creciendo y ese es nuestro objetivo.

P. El déficit cero, ¿es algo más que una estrategia contable?

R. Lo que pretende es el equilibrio. Ahora tenemos una estructura de ingresos con la cual hay que equilibrar los gastos. En otro tiempo, si se equilibraba, bien, y si no, nacíamos con ese déficit previsible. El esfuerzo es racionalizar los gastos para incidir en las mismas políticas. Es un paso que hay que aplaudir y que no todas las comunidades autónomas se han atrevido a dar.

P. ¿Afecta a ese equilibrio elevar la nómina?

R. Hay que procurar ajustar el presupuesto a la realidad. Eso no siempre se puede hacer con exactitud, pero esa es nuestra voluntad, por eso ese incremento del gasto corriente en personal o en el capítulo segundo o en transferencias corrientes a terceros como consecuencia del incremento de nuestras infraestructuras, de la mayor dotación de centros escolares, del gasto farmacéutico o la incorporación de educación concertada. Pero cuando nos situemos en esa línea de gasto ya no habrá tal crecimiento.

P. ¿Y recortar las inversiones?

R. Las infraestructuras mantienen su nivel de gasto del año anterior y eso va acompañado de la posibilidad de que empresas públicas de la Generalitat, como el Instituto Valenciano de la Vivienda o la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales, realicen algún tipo de inversión.

P. ¿Se puede subir el sueldo a los funcionarios por encima del 2%?

R. El aumento del 2% se enmarca dentro de la actuación del Estado y constituye una norma de carácter básico. Pero hemos abierto la mesa de la función pública para conocer las demandas de los sindicatos y es probable que encontremos alguna fórmula para satisfacer sus necesidades.

P. ¿No pervierte el objetivo de déficit cero la creación de la empresa para infraestructuras educativas?

R. La conclusión del mapa escolar tendrá un coste elevado, cierto, en el entorno de cien mil millones de pesetas. Y existe el compromiso político de que eso se ejecute en el menor tiempo posible, a ser posible dentro de esta legislatura. El impacto presupuestario que cien mil millones podrían originar lo harían inviable porque exigirían sacrificar otras políticas necesarias. Por eso se acude a una empresa pública que pueda obtener financiación y ejecutar los pagos. Las partidas anuales del presupuesto para el pago de colegios se prolongarán más allá de la finalización de esos colegios durante seis, siete, ocho años, según la programación que establezca la empresa, y los colegios se habrán podido hacer en tres.

P. ¿Cómo se controla el gasto en Sanidad?

R. Hay que racionalizar el gasto, pero la demanda es ilimitada. Si duplicáramos el número de centros de salud estarían igual de llenos que ahora. Si usted tuviera un médico debajo de casa dispuesto a atenderle las 24 horas del día acudiría con mucha más frecuencia que ahora.

P. ¿Le preocupa el endeudamiento de RTVV?

R. Es de las menos endeudadas porque los recursos propios de la Generalitat se hacían cargo de ella año a año. El impacto de una televisión sobre las cuentas de un ejercicio es importante y, igual que otras televisiones españolas, hemos acudido a la vía del endeudamiento que luego tendremos que ir amortizando.

P. El presidente de la Generalitat sugiere recurrir a nuevas fórmulas de gestión de los servicios públicos...

R. Tenemos que aunar todos los recursos posibles para llevar adelante cuantas actuaciones se planteen. Captar iniciativa privada para mejorar el ámbito del bienestar social no sólo es razonable, sino que tiene que ser apoyado frente a otra opción que implicaría limitar nuestra de capacidad de bienestar.

P. ¿Dispone de dinero suficiente para dotar las transferencias que maneja la Generalitat?

R. Yo tendría que decir que no, que quisiéramos tener más recursos. La cesión de Educación y Sanidad, por una cuestión histórica, se tomaron las competencias casi a cualquier precio, y eso es un lastre que vamos arrastrando. Por ello ahora impulsamos una reforma del modelo de financiación que nos permita ser más gestores de nuestra capacidad de ingresos para dotar mejor nuestras competencias. Ya que nos otorgan competencias en materia de gasto es lógico que seamos corresponsables en la gestión de ingresos.

P. Ese lastre, ¿es una deuda histórica?

R. En el área sanitaria reclamamos un diferencial por nuestro carácter de comunidad más receptora de personas que asume un importante número de desplazados que comprometen el gasto sanitario.

P. ¿Le asusta el volumen de ingresos pendientes que mantiene vivos en las liquidaciones?

R. Intentamos reducir la cifra, pero no estamos dispuestos a renunciar a que se materialicen.

P. ¿Cómo responde el Estado?

R. No oculto que son negociaciones difíciles en las que el Estado intenta lograr un equilibrio entre todas las comunidades, aunque nuestras relaciones fluidas ayudan en las negociaciones.

P. ¿Qué espera del nuevo modelo de financiación?

R. Si tenemos autonomía en gasto, dejénnos decidir y gestionar nuestros propios ingresos, que ya lo haremos con responsabilidad. Si crecemos más que la media, que esos resultados redunden en el conjunto de la sociedad valenciana sin perjuicio de la solidaridad con otras comunidades autónomas.

P. ¿Cómo se aplicaría esa solidaridad?

R. Tenemos que establecer nuestra necesidad de gasto y, cuando sea cumplida, que otras comunidades tengan la posibilidad de sumarse a esos niveles de desarrollo con una especie de fondos de desarrollo, un poco como lo que sucede en la Unión Europea. Eso supone eliminar obstáculos al desarrollo y evita constreñir el crecimiento de los que más tiran del carro de la economía. Pero hay que conseguir que otros logren subirse a ese carro.

P. ¿Teme el futuro recorte de la inyección de fondos estrucurales de la Unión Europea?

R. No debe preocuparnos, porque hasta 2006 debemos situar nuestra comunidad entre las más prósperas de Europa. Nuestra comunidad tiene condiciones estratégicas, políticas, económicas y geográficas para convertirse en una de las más prósperas de Europa. Lo razonable es que no necesitemos nuevamente fondos estructurales.

P. ¿Por qué se ha creado una empresa para estudiar el mercado del gas?

R. Si la Comunidad Valenciana quiere tener todos los resortes del desarrollo en sus manos, debe tener capacidad para influir en los sectores más estratégicos: el sector energético en general, el gas, el eléctrico, el hidráulico...

P. ¿Tenemos capacidad?

R. Somos conscientes de nuestras posibilidades. No podemos situarnos de manera preponderante en esos sectores a nivel nacional. Pero un mínimo de responsabilidad nos exige posicionarnos en el ámbito de la Comunidad Valenciana. Nuestra influencia actual es mínima, por eso hemos creado una empresa con la participación de Iberdrola, de nuestras cajas y del sector cerámico para que las decisiones de mayor calado que afectan a nuestra comunidad no se tomen fuera. El reto es muy ambicioso y redunda en beneficio de la comunidad sea quien sea quien ocupe el Gobierno.

P. Al margen del gas, ¿es posible entrar en algún otro sector?

R. Avanzamos en el sector eléctrico, en las autopistas, en el sector del agua, en las telecomunicaciones.

P. ¿No se implican demasiado las cajas de ahorro en estrategias públicas?

R. Las cajas menos politizadas del conjunto del Estado son las valencianas. Son instituciones financieras de primer orden y tienen obligaciones con sus impositores, pero también tiene un claro compromiso territorial y social. Ahora se plantea la reducción de la participación política en las cajas, pero en esta comunidad llevamos un alto nivel de consenso de todos los grupos.

P. Pero ha sido el vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato el que ha pedido esa reducción...

R. Con toda seguridad, no lo dice pensando en la Comunidad Valenciana. Aquí no hemos cesado a ningún presidente como en Andalucía o en Asturias.

P. ¿No resulta frustrante que las cajas no se fusionen?

R. Creo que son capaces de fusionarse. De hecho colaboran en diversos aspectos. La fusión no es la panacea, pero tampoco es desdeñable.

P. ¿Por qué se crea un cuerpo de inspectores tributarios?

R. Porque la Generalitat necesita especialistas en la gestión de los propios tributos. Tenemos que avanzar en la vertiente del ingreso porque el proceso de cesión es irreversible.

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