Hallazgo de pintura románica en Sant Climent de Taüll
Los trabajos de restauración que están realizando técnicos del Departamento de Cultura de la Generalitat en el conjunto románico del valle de Boí (Alta Ribagorça) han permitido descubrir a la derecha del presbiterio de la iglesia de Sant Climent de Taüll, del siglo XII, nuevos fragmentos de pintura mural románica.A falta de un estudio más detallado de los frescos descubiertos, los especialistas creen que se trata de restos hasta ahora desconocidos de la pintura románica original que a principios de siglo fueron trasladados al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Las pinturas se encuentran debajo de una capa blanquecina y no se sabe exactamente qué representan. El único detalle que asoma es una oreja, por lo que puede deducirse que se trata de una figura humana de dimensiones desconocidas. Aunque tampoco se sabe en qué estado de conservación se hallan, los técnicos aseguran que son de la misma calidad que el resto de frescos del ábside expuestos en el MNAC.
El hallazgo ha sido posible gracias a unas calas, de 5 por 5 centímetros, efectuadas por un equipo de especialistas contratado por la Dirección General del Patrimonio Cultural durante las obras de restauración del templo. Estas obras tenían inicialmente como objetivo la restauración de los fragmentos de pintura románica original situados en la parte izquierda del presbiterio, ya conocidos por los expertos pero que no eran perceptibles al público debido a su mal estado de conservación.
Las inspecciones realizadas por los técnicos han certificado la existencia de pinturas en la parte derecha del presbiterio, por lo que el director general de Patrimonio, Marc Mayer, ha aprobado destinar otros 3,5 millones de pesetas para su restauración. De la intervención efectuada hasta la fecha en Sant Climent de Taüll -la más grande y mejor conservada de las nueve iglesias románicas del valle de Boí-, destaca la restauración de la figura de Sant Climent y de otra sin identificar, de las cuales se conserva parte de la cabeza y el torso.
Desde 1992, la Generalitat ha invertido 281 millones en diversas obras de restauración en el conjunto del valle de Boí, que cuenta con muchas posibilidades para que la Unesco lo declare patrimonio de la humanidad en la reunión que celebrará a finales de este mes en Cairns (Australia).
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