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Ecuación inversamente proporcional

La mujer ingeniera continúa siendo una rareza en España, y en las aulas de las facultades de algunas especialidades de ingeniería casi sólo hay hombres. El conjunto de estas especialidades tiene menos del 30% de alumnas, que se concentran mayoritariamente en Arquitectura y Óptica, mientras que en el resto de los estudios suponen el 60%. La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) no es excepción en una tendencia que se repite en todas las facultades técnicas. Un centenar de ingenieras de las comunidades autónomas debaten en Terrassa, en el marco del I Congreso de Mujeres Ingenieras, lo que significa para ellas el ejercicio profesional en un universo varonil."Cuando entra en un colectivo donde los hombres son aplastante mayoría, la mujer no tiene más remedio que masculinizarse. Cuando son más, se plantea de qué forma puede ejercer la profesión una mujer". Esta afirmación la hizo ayer Marina Subirats, concejal de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, quien animó a las congresistas a utilizar su cerebro de mujer "para ejercer como ingenieras sin renunciar" al saber femenino "de siempre".

El rectorado de la UPC considera que la sociedad actual no puede permitirse el lujo de prescindir del talento de muchas alumnas que obtuvieron en matemáticas notas excelentes durante la educación secundaria y que luego se inclinan por las carreras que tradicionalmente se consideran propias de su sexo, tales como enfermería y magisterio. Para ilustrar lo mucho que aún influyen en la elección los consejos familiares y los prejuicios culturales, el delegado del rector para el programa Innova Dona, Francesc Solé, expuso el ejemplo de los estudios de informática: mientras se llamaron así atrajeron a muchas alumnas, pero al bautizarlos como Ingeniería Informática cayeron en picado en las preferencias femeninas.

Del conflicto que plantea la incorporación de la mujer al mundo laboral habló Rosa Rabbani, de la Universidad de Murcia, que precisamente dedicó su tesis doctoral a estudiar los papeles de los dos sexos. Rabbaniconsidera que no hay duda de que la irrupción de la mujer en el mercado constituye uno de los cambios revolucionarios de este siglo, pero se pregunta cómo afecta al entorno familiar.

La respuesta la halló en un cuestionario planteado a 219 mujeres de la cuenca mediterránea y de todos los ámbitos profesionales. Estas mujeres explicaron hasta qué punto se registran niveles altísimos de crispación doméstica, incluso en sectores de ideología menos tradicional, por ejemplo en las parejas cuyos miembros han cursado estudios universitarios. Según Rabbani, la tensión puede acabar en divorcio, como lo demuestra el hecho de que gran parte de las mujeres encuestadas estén separadas. El conflicto de papeles se agudiza al introducir variables como el ejercicio profesional, y todavía más cuando hay niños pequeños.

El dato curioso es que la edad del hijo no resulta tan determinante como podría parecer, pese a que precisa más cuidados cuando es pequeño. Son las casadas y las mujeres que viven en pareja las que perciben mayor grado de crispación. El hecho de que las solteras y separadas con hijos no perciban tanta conflictividad explica, en opinión de Rabbani, que "el problema radica en los hombres".

En opinión de algunas congresistas está claro que los patrones patriarcales que se han transmitido durante siglos siguen minando la autoestima de muchas mujeres. Se citaron infinidad de ejemplos de estudiantes tanto o más cualificadas que sus compañeros, pero que al acceder a un empleo muestran menos determinación y más inseguridad sobre sus aptitudes. "Demasiados cuentos de bellas durmientes en los que a ella siempre le toca ser bella y pasiva nos han explicado nuestras madres y abuelas", concluyó una colegiada de Murcia.

La ecuación que dice que cuanto más técnica sea una profesión, menos mujeres la practican se cumple a rajatabla, señaló en su intervención Marina Subirats, quien animó a las jóvenes ingenieras a repensar la profesión a favor de la causa por la que han luchado siempre las mujeres, "la de la vida", señaló la concejal.

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