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La Interpol localiza en Brasil a un niño de nueve años desaparecido de Madrid en 1993

Filomena Pérez Mateos ha despertado de una pesadilla de siete años, al reencontrarse ahora con su hijo, de nueve, desaparecido en julio de 1993. El chiquillo ha sido localizado en Brasil con su padre. Éste se marchó de España con el niño después de que un juez otorgara la custodia del menor a la madre, tras un proceso de separación traumático. Filomena denunció el caso, y hace unos diez días, Interpol-Madrid le comunicó que había encontrado al chaval en Porto Seguro (Brasil). Pérez Mateos ha viajado hasta allí para reencontrarse con el pequeño.

"No sé si me reconocerá"

Rafael Castillejos, que hoy cuenta nueve años, fue visto por última vez en Madrid en julio de 1993. Entonces, sus padres, Filomena Pérez Mateos y Rafael Castillejos, que no llegaron a contraer matrimonio, acaban de romper sus relaciones sentimentales. La separación fue traumática y, como los progenitores no se ponían de acuerdo en quién se quedaba con el pequeño, que entonces sólo tenía dos años, la disputa acabó en los tribunales. Un juez la resolvió concediéndole la custodia a Filomena. Pero el padre no lo aceptó y se llevó al chiquillo fuera de España, según explicaron fuentes de la policía.Durante siete años, padre e hijo han estado deambulando como fugitivos por el continente americano. Vivían de los ahorros del progenitor, según declaró él mismo a Televisión Española. La Interpol trataba de localizarlos desde entonces. "Nosotros jamás olvidamos un caso... Y menos si se trata de un niño", declaró un mando policial. Por eso, la oficina de Interpol-Madrid enviaba periódicamente requisitorias a los casi 200 países asociados a este organismo policial.

Un mero trámite administrativo ha delatado al padre. Rafael Castillejos acudió a las dependencias de la policía local de Porto Seguro -la segunda localidad más antigua de Brasil, con 50.000 habitantes, situada al norte de Sao Paolo- para renovar el visado. Los agentes introdujeron los datos de Castillejos en el ordenador con resultado instantáneo: en la pantalla apareció una advertencia en la que se decía que tenía una orden internacional de búsqueda cursada por la Interpol. El agente de la policía local de Porto Seguro lo comunicó de inmediato a la policía española a través de la Interpol, y acto seguido se avisó a la madre del niño. "Pensé que era otra falsa alarma, y me entró el miedo otra vez", declaró ésta a Televisión Española.

Filomena Pérez Mateos viajó a toda prisa a Brasil para reencontrarse con su hijo. En el aeropuerto de Barajas, antes de emprender el vuelo, se mostró preocupada por la reacción de su hijo al verla tras siete años sin saber nada el uno del otro. "Estoy muy nerviosa. No sé cómo va a reaccionar mi hijo cuando me encuentre con él. No sé si me reconocerá o no. Si tendrá algún tipo de recuerdo de aquí", declaró.El pequeño Rafael, en efecto, no reconoció a su madre. Pérez Mateos le dijo al verle: "Soy tu madre, ¿me das un beso?" "Pero no me lo dio, no me ha dicho nada", explicó, antes de añadir: "Me lo tengo que ganar de nuevo".

El pequeño y su padre viven junto al canal que parte la localidad de Porto Seguro en dos mitades. Un fiscal ha dado permiso a Pérez Mateos para ir a visitar al pequeño todos los días, hasta que se acostumbre a tener una madre y la reconozca como tal. La mujer se mostraba ayer impresionada tras el reencuentro con su hijo.

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La madre del pequeño desaparecido se negó hace diez días a hablar con un redactor de este periódico, poco después de que la oficina de Interpol-Madrid le hubiera informado de la localización de su hijo en Brasil, en compañía de su ex compañero sentimental.

Filomena Pérez Mateos, visiblemente nerviosa y alterada, manifestó entonces, a la puerta de su vivienda, un bloque de pisos de Rivas-Vaciamadrid: "Temo que si la noticia sale publicada en el periódico, los familiares de mi ex compañero sentimental, que viven en Madrid, la lean y le llamen rápidamente para decirle que la policía ya sabe dónde está. Él se podría escapar otra vez", aseguró. "De esta manera perdería a mi hijo de nuevo y, después de tenerle desaparecido durante siete años, no puedo arriesgarme a que eso ocurra", concluyó.

Fuentes policiales, tras resaltar el éxito conseguido en este caso por Interpol, aseguraron que también mantienen activa la búsqueda de otro niño español: Jonathan Vega Barrull, de tres años, misteriosamente desaparecido el 27 de mayo pasado, al salir del Pryca de San Fernando de Henares.

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