Los ministros de Finanzas de la UE apoyan la política de intervenciones de Duisenberg

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro evitaron ayer cualquier ambigüedad en público y expresaron su apoyo absoluto a las intervenciones pasadas y futuras del BCE en defensa de la divisa europea. Al margen de las declaraciones oficiales, lo cierto es que las elecciones estadounidenses planean sobre las intervenciones del BCE del viernes y del lunes. "Se ha querido lanzar el mensaje de que Europa va a seguir defendiendo su moneda incluso si el nuevo presidente prefiere abstenerse de intervenir", señalaron fuentes comunitarias.

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Los ministros evitaron pronunciarse sobre los magros resultados obtenidos hasta ahora por esas intervenciones, pero dejaron muy claro que es el Eurogrupo quien ha dado luz verde a esa política y es el banco el que decide cuándo y cómo se ha de poner en práctica. El euro volvió a retroceder ayer y su cambio oficial frente al dólar se situó en 0,8587 unidades (0,8667 la víspera).La UE cree que si el elegido es Al Gore se puede prever un lento deslizamiento del dólar en favor del euro. Pero si gana George Bush las cosas no están tan claras. Alguno de sus asesores es declarado enemigo de que intervenir contra el dólar, pero al mismo tiempo las políticas económicas propuestas por Bush permiten vislumbrar menos inversión pública, más liberalismo y a medio plazo un dólar más débil. De todas formas, hisóricamente, el dólar se ha apreciado después de las elecciones en EE UU, fuera quien fuera el ganador.

A pesar de ese apoyo político al Banco Central Europeo, el euro retrocedió ayer un poco y cotizó entre 0,8577 y 0,8666 dólares por unidad, siempre por debajo de los 0,873 que llegó a alcanzar tras la intervención del lunes. El BCE fijó ayer un cambio de 0,8587, por debajo de los 0,8667 de la víspera.

El Eurogrupo discutió el lunes por la noche la situación del euro, pero ayer apenas trascendió el tenor del debate. Se presumían puntos de vista divergentes entre los defensores de incursiones puntuales y con un reducido volumen de compra de euros, como las del viernes y el lunes, y los partidarios de intervenciones más contundentes con el apoyo de otros bancos centrales. Pero esas teóricas discrepancias doctrinales se tornaron compacta piña en las declaraciones públicas."La serie de intervenciones efectuadas por el Banco Central Europeo deben ser consideradas como la manifestación de una atención constante a la evolución del mercado de cambio y el Eurogrupo saluda la presencia del BCE en ese mercado", declaró en rueda de prensa el ministro francés de Finanzas y presidente del Ecofin y del Eurogrupo, Laurent Fabius. Pero se abstuvo de calificar el éxito de esas intervenciones: "Se han de juzgar a largo plazo".

El alemán Hans Eichel se limitó a subrayar que la divisa europea "tiene potencial suficiente para revalorizarse, eso está cada vez más claro". El español Rodrigo Rato, como sus colegas, destacó "la importancia para la UE, pero también para el mundo, de que el euro sea fuerte y estable" y defendió las actuaciones en los mercados como una estrategia "perfectamente válida" para defender ese objetivo.

El comisario Pedro Solbes, por su parte, no quiso entrar en polémicas técnicas sobre la necesidad o no de que las intervenciones tengan el apoyo de Estados Unidos. "Hay una visión favorable hacia las intervenciones conjuntas. En ciertas condiciones son la mejor opción, pero eso no impide que se puedan realizar no conjuntas".