_
_
_
_
_

Castelló anuncia la creación de la Agencia Valenciana de la Energía y del Instituto de Consumo

Críticas de la oposición

La creación de la Agencia Valenciana de Energía y la constitución del Instituto Valenciano del Consumo son, junto al Plan Estratégico del Impiva, los principales objetivos para el próximo año que se ha marcado la Consejería de Industria y Comercio, según adelantó ayer su titular, Fernando Castelló, en las Cortes. Castelló abrió la serie de comparecencias de miembros del Consell ante la comisión de Economía para explicar los presupuestos de la Generalitat para 2001. Ayer comparecieron también Rafael Blasco, consejero de Bienestar Social, y María Ángeles Ramón-Llin, titular de Agricultura, Pesca y Alimentación.La consejería que dirige Castelló tendrá 19.975 millones de pesetas, lo que representa un crecimiento del 3,04%. El consejero destacó el "esfuerzo de contención en el gasto" y en la "promoción de la innovación del sistema productivo" como las grandes líneas de su departamento para el año 2001. También puso especial acento en el programa de Ordenación y Promoción Comercial, que, dotado con 6.450 millones de pesetas, un 19,7% más que este año, pretende hacer frente a los "nuevos retos" del sector. Castelló destacó que el pequeño comercio recibirá 3.770 millones de pesetas para proyectos de formación, desarrollo territorial en los pequeños municipios, modernización y materialización de infraestructuras y trabajos de mejora en los entornos urbanísticos.

Mientras, Rafael Blasco destacó que el presupuesto de su departamento, de casi 52.000 millones de pesetas, supone un aumento del 7,63% de los fondos que el Consell va a destinar a las políticas de bienestar social. El consejero destacó que los presupuestos para 2001 son "los más sociales, solidarios y responsables de la historia de la Generalitat" ya que, subrayó, "el gasto global en políticas de bienestar se acercará al billón de pesetas". Blasco señaló que las cuentas de su departamento conceden prioridad a un "concepto de servicio público, de servicio a la ciudadanía", lo que justifica, añadió, que los gastos corrientes aumenten por encima de los de inversión.

Finalmente, Ramón-Llin, que defendió un presupuesto de casi 62.000 millones de pesetas, con un incremento del 3,05%, destacó las inversiones para la modernización de regadíos, además del impulso a la investigación y desarrollo en el campo agrícola.

La oposición criticó en todos los casos el proyecto de presupuestos del Consell. En el área de Industria, mientras el socialista José Pérez Grau se centró en el Ivex, la diputada de EU Dolors Pérez mostró su preocupación por una partida de dos millones de pesetas destinada al Museo de la Naranja. Al replicar a Blasco, mientras Ramon Cardona, de EU, dijo que sus presupuestos no son "de fiar" y constituyen un "fraude social y político", el socialista Antonio Torres señaló que son un "insulto a la inteligencia". Estas críticas de la oposición no gustaron a Blasco, que empleó apenas dos minutos en replicar a ambos. Finalmente, en agricultura, mientras Dolors Pérez denunció el incremento "injustificado" en el presupuesto para las cámaras agrarias, el socialista Antoni Lozano instó a la consejera a dimitir si no cambia su política, porque, según dijo, está conduciendo al sector agrario a la "ruina". "Cambie de política o váyase a casa", le espetó.Por otra parte, el responsable de la ejecutiva del PSPV, Joan Ignasi Pla, recalcó ayer que los presupuestos de la Generalitat de 2001 son "unas cuentas cautivas de la propia ineficacia del Consell de Eduardo Zaplana". "Reflejan una situación difícilmente enmascarable. Son la consecuencia de un proyecto agotado, de macroproyectos que hipotecan el futuro de los valencianos sin resolver los problemas estructurales", explicó Pla, que añadió: "El nivel de endeudamiento es indiscutible y está vinculado a los macroproyectos que han frustrado las expectativas en educación, infraestructuras y capacidad de competencia de las empresas".

"Argumentar que el despilfarro y el descontrol proceden de gestiones anteriores a la suya no es creíble", adujo Joan Ignasi Pla, que añadió que los "servicios básicos necesarios o no se han hecho o no se han ampliado".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_