Los derechos siguen siendo el escollo

La flexibilización de la regularización, y la aceptación de algo más de medio centenar de enmiendas de todos los grupos, hizo que ayer la mayoría de los partidos de la oposición se mostraran proclives a apoyar el texto final de la ley. "Aún quedan escollos importantes en los derechos sociales", decía el otro ponente de la ley por parte del PSOE, Diego López Garrido. "Habrá que ver si el Gobierno mantiene hasta el final, hasta que la ley se vote en el pleno, la actitud de diálogo y flexibilidad de ahora", subrayaba Carles Campuzano (CiU).El mantenimiento de la redacción de los artículos del título primero de la ley, los que se refieren a los derechos de huelga, asociación y reunión, siguen siendo el principal escollo para que el PSOE pueda acabar apoyando la ley. Los artículos del título primero, salvo el 9 (aplicación de un artículo de la Logse) concitaron el rechazo de todos los grupos de la oposición. "No se puede entender que se reconozcan unos derechos a todas las personas, pero que sólo puedan ejercerlos los que estén en situación legal", precisó López Garrido.

No obstante, el PSOE votó ayer a favor de las enmiendas transaccionales presentadas por el PP a las suyas, y sólo rechazó a los artículos referidos a derechos sociales en los que no se les ha aceptado enmienda alguna. Incluso el PNV mostró su disposición a apoyar determinados aspectos de la ley. El apoyo a parte del articulado de la ley no presupone que los partidos comprometan su voto favorable al conjunto de la ley cuando llegue al pleno, previsiblemente el próximo día 23.