Baricco se inventa en 'City' un antídoto contra lo horrible y mezquino del mundo
"Los personajes de la novela buscan un sentido a sus vidas", afirma el escritor italiano
Alessandro Baricco no grita cuando le preguntan por Seda, pero casi. City, que ayer presentó en Barcelona, es muy diferente de la mágica novela que le dio a conocer internacionalmente. Más compleja y ambiciosa, la construye como una ciudad en la que "los barrios son las historias, y los protagonistas, las calles". Las relaciones entre un chico superdotado y solitario y una muchacha son el hilo conductor de esta historia / no historia en la que los personajes rechazan un mundo que no les gusta y escapan a otros ámbitos en busca de la verdad.
Alessandro Baricco (Turín, 1958) narra en City (Anagrama, en castellano, y La Magrana, en catalán) esta escapada con historias paralelas a la historia principal. "A los protagonistas no les gusta el mundo como es y escapan a otros sitios en busca de la verdad, y de esos lugares vuelven a partir. Hay muchas maneras de escapar: una puede ser la heroína, y otra, mejor, la búsqueda de un sentido a la vida. Es un deseo de apartarse, de decir no estoy aquí. Cuando la escribí, me sentía así". Tardó tres años en escribirla y apareció en Italia en 1999.Gould, el chico, se evade de ese mundo que rechaza a través de relatos de boxeo; Shatzy Shell, la chica, construye un western. Se mueven, con toda una galería de personajes, en esa ciudad inventada que da título a la novela: "En una sola calle de Los Ángeles podemos encontrar el barrio de los mexicanos, el de los oficinistas, el de los blancos ricos..., todos diferentes y todos en la misma calle. Gould sigue una trayectoria dentro de una calle en la que ocurren muchas cosas". La idea de la compleja forma de esta novela "a trozos" se le ocurrió cuando encontró en una tienda de antigüedades un ejemplar de un periódico de San Diego (California) de 1860: "En las columnas de la primera páginas iban colocando las noticias a medida que llegaban a la Redacción. Primero aparecía una publicidad de zapatos; después, la noticia de la búsqueda de los marineros de un barco que había naufragado; luego, que había estallado la guerra; a continuación, una nota sobre el precio del bacon... No había jerarquía y los lectores tenían que elegir lo que les interesaba".
En su novela pasa lo mismo.El corazón de la historia es Gould y su relación con Shell, "pero el lector no lo puede decir hasta el final del libro". Tiene razón. Las primeras 30 o 40 páginas (tiene más de 300) pueden dejarlo turulato. "Es un caos, sí. Mi editor italiano me preguntó incluso si podía cambiarlo y hacerlo más comprensible". "Algunos lectores la han tirado antes de llegar a la página 100". Pareció no importarle demasiado: "Cuando oigo el sonido de un libro que alguien tira, me parece estupendo".
City gusta más a los jóvenes que a los mayores, afirmó acto seguido. "Para los de 15 años es como un videojuego. Te gusta cada trozo por separado, pero al principio no sabes de qué va el juego".
¿Y qué dijo la crítica italiana del libro? "Dos cosas: fantástico. Horrible". Claro que muchos de los que lo consideraron malo "ya lo sabían antes de que yo lo escribiera. Intervienen tantas razones extraliterarias...". ¿Por ejemplo? "Mi cara, la política, la rivalidad..., pero es así en todas partes".
Un tipo encantador
Diga lo que diga la crítica italiana, Baricco tiene cara de buen chico. Llegó a Barcelona precedido por su fama de ser "difícil": no iba a posar, sólo daría una entrevista, etcétera. Pero solamente llegar a la conferencia de prensa conquistó a los periodistas. Es un tipo encantador. "Me resulta difícil relacionarme con los medios. En Italia no he hecho nada. Quería elegir una ciudad europea para presentar la novela y me decidí por Barcelona, aunque he dicho muchas veces que quería ir a Sevilla, porque me gusta mucho Andalucía, pero mis editores no me llevan", dijo en broma, y añadió: "Reacciono muy mal en las presentaciones. Da vergüenza escuchar a alguien que habla bien de ti, aunque igual está pensando qué estúpido es Baricco. Al principio de la carrera te da mucho placer hablar de tu libro en público, luego sientes un poco de vergüenza; después, muchísima vergüenza, y te es imposible salir de casa, y cuando empiezas a envejecer, te gusta de nuevo. Aún me siento en la fase de quedarme en casa, aunque ahora estoy contento de estar aquí".Baricco prepara una adaptación para el teatro de uno de los "trozos" de City, el dedicado al western, y ha acabado una tercera versión del guión de Seda, que ha escrito con tres alumnos de la escuela de técnicas literarias que tiene en Turín. La productora de la película es Miramax, y el director, John Madden.
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