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Los albaneses de Kosovo acuden hoy a las municipales como paso hacia la independencia

Jorge Marirrodriga

Oficialmente son unas elecciones municipales, pero gran parte de los votantes las consideran una declaración de independencia. Algo menos de un millón de albanokosovares están convocados hoy a las urnas para elegir la composición de los ayuntamientos de la provincia yugoslava. Moderados y radicales creen que es el primer paso hacia la creación de un Estado kosovar; tanto, que han forzado a la administración internacional a aceptar la presencia hoy de banderas albanesas en todas partes, excepto dentro de los colegios electorales. La comunidad serbokosovar exigió ayer al presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, que organice otras municipales sólo para los serbios de Kosovo.

Promesa de generales

Sin registros, sin documentos de identidad y sin infraestructuras, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha logrado en menos de un año elaborar un censo fiable de cerca de 900.000 personas residentes en Kosovo y algo menos de 300.000 en la diáspora albanesa. Todos ellos, más las pequeñas minorías turca, bosnia y gitana, eligen hoy a sus representantes municipales bajo la atenta mirada de la administración internacional de la ONU (Unmik). Realmente poco importa el nombre de los candidatos -muchos votantes los desconocen- porque la verdadera batalla es la que se libra entre los moderados de la Liga Democrática de Kosovo (LDK) del histórico líder Ibrahim Rugova y los radicales del Partido Democrático de Kosovo (PDK), de Hashim Thaci, ex líder del desaparecido Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y considerado por sus seguidores como el vencedor de la guerra de 1999 contra el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.Aunque no hay datos oficiales, una fuente de la OSCE confirmó la existencia de una encuesta secreta realizada hace un mes en la región de la capital, Pristina. Según esa encuesta, el partido de Rugova obtendría un 65% de los sufragios, mientras que el PDK se quedaría en un 32%. Los datos pueden ser los opuestos en la región de Drenica, de la que es oriundo Thaci, aunque esto no variaría la victoria general de los moderados. Sin embargo, la misma fuente de la OSCE apuntó a que en el último mes se ha producido un ascenso de un tercer partido, la Alianza por el Futuro de Kosovo (AAK), liderada por un antiguo comandante guerrillero, Ramush Haradini, que podría actuar como partido bisagra entre los dos principales partidos. Todo apunta a que, llegado el caso, Haradini prestaría su apoyo a su antiguo compañero de armas.

Con la promesa de unas próximas elecciones generales hecha tanto por el administrador de la ONU, Bernard Kouchner, como por el actual embajador de EE UU ante la ONU, Richard Holbrooke, los partidos albanokosovares han hecho calar en su electorado el mensaje de que la independencia de Kosovo es algo inevitable. Sus programas -llenos de generalidades, como garantizar el progreso de Kosovo, asegurar el apoyo internacional para sus líderes y prometer el ingreso en la Unión Europea y la OTAN- difieren en poco. Es la personalidad de sus líderes y lo hecho en el pasado por éstos lo que inclinará la balanza de un lado o de otro. De modo que más que comicios municipales son un ensayo de unas futuras elecciones legislativas. Rugova sigue contando con un electorado fiel, compuesto en gran parte por personas que recuerdan su papel como líder de la resistencia política durante los 10 años de represión practicada por el régimen de Milosevic. Muchos jóvenes, los formados en las universidades paralelas que organizaron los albaneses tras ser expulsados de la enseñanza oficial por los serbios, también confían en él, a pesar de su indecisión en momentos críticos. Thaci, mientras, tiene un electorado mucho más joven, que considera la actitud de Rugova más de resignación que de resistencia pasiva. Thaci, que goza de excelentes relaciones con la Administración estadounidense, es, en opinión de un funcionario próximo a Kouchner, "un político que se está formando" y tal vez por ello se le perdonen los excesos verbales en algunas de sus apariciones públicas.

Su partido, el PDK, es el más sancionado por la OSCE por incumplir la norma electoral. Sus seguidores se han destacado especialmente por acudir a reventar los mítines del LDK, la formación de Rugova. El tercero en discordia, Haradini, del AAK, ganó su prestigio en la lucha contra los serbios y ahora se ha rodeado de intelectuales y figuras populares con un gran gancho entre los jóvenes. Más moderado que Thaci, su ascenso podría producirse a costa de los voto de Rugova.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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