Kostunica explica a los países balcánicos y a la Unión Europea las reformas democráticas en Yugoslavia

Todos los Gobiernos de los Balcanes tendrán la oportunidad hoy de conocer de primera mano los procesos reformadores emprendidos en Yugoslavia, piedra angular de la paz en la región, y lo escucharán de boca de su presidente, Vojislav Kostunica, quien se reunirá esta mañana en la capital de Macedonia con los jefes de Estado y Gobierno de Rumania, Bulgaria, Albania, Grecia, Turquía, Macedonia y Bosnia Herzegovina. Todo ello bajo la supervisión del encargado de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana. A pesar del éxito obtenido por la convocatoria de última hora (un tanto anotable al presidente macedonio, Boris Trajkovski), los viejos recelos continúan y así el presidente croata, Stipe Mesic, ha decidido no asistir a la cumbre de Skopje y enviará a su ministro de Exteriores, mientras que Eslovenia ni siquiera acudirá. Ambas naciones tienen todo su interés puesto en la entrada en la UE y prefieren no implicarse en temas de integración con sus vecinos del sur.

Aunque Kostunica será la estrella indiscutible del encuentro, máxime a menos de 24 horas de haber reconocido que tanto la policía como el Ejército serbio cometieron asesinatos en Kosovo y lograr un acuerdo para Gobernar su país, los problemas que afrontan los países que se sentarán son de toda clase y magnitud y puede abarcar desde la terminología oficial a los intereses estratégicos. Se puede decir, casi sin exagerar, que no existe un país que no tenga un contencioso con todos los demás, así por ejemplo Macedonia se enfrenta a Grecia por su mismo nombre oficial -que los griegos consideran casi un sacrilegio-; a Bulgaria por problemas de minorías lingüísticas; a Yugoslavia por delimitación de fronteras, y a Albania porque casi la mitad de su población es de este origen, con los problemas que ello conlleva. Los albaneses tienen problemas con todos sus vecinos, que les acusan de contrabando ilegal de personas y bienes y de azuzar a las minorías étnicas de origen albanés. Grecia y Turquía mantienen un contencioso histórico cuyo último capítulo se vivió el pasado lunes con la retirada griega de unas maniobras militares de la OTAN en Turquía. Bosnia-Herzegovina vive unida sólo bajo la atenta mirada de los soldados y la administración internacionales. Allí, la entidad serbia vive de espaldas a los demás. Croacia exige el pago de indemnizaciones de guerra a Yugoslavia. Turquía además exige que se respeten los derechos de las minorías de origen turco en Yugoslavia y Bosnia...

En medio de este panorama, Javier Solana tratará de convencer a sus compañeros de reunión de la importancia de impulsar el pacto de estabilidad en los Balcanes. Solana mantendrá además encuentros bilaterales con todos los gobernantes asistentes a la reunión y trasmitirá un mensaje del presidente de turno de la UE, Jacques Chirac, en este sentido. Fuentes de la UE destacaron ayer la importancia de la celebración de esta reunión al margen de los resultados, ya que hasta ahora sólo había habido encuentros informales o bilaterales, pero nunca se habían sentado todos juntos -incluyendo a Yugoslavia a la que una fuente comunitaria calificó de "agujero negro"- para tratar temas como integración económica o construcción de infraestructura.