Sharon exige a Barak que acepte sus exigencias o anticipe las elecciones

El ex general Ariel Sharon, jefe del partido nacionalista Likud, amenazó ayer al primer ministro Ehud Barak con precipitar la celebración de elecciones anticipadas en Israel si no aceptaba sus exigencias, nombrándole numero dos del futuro Gobierno de Unidad Nacional. Barak y Sharon deberán reunirse en las próximas horas para tratar de poner en pie este gabinete de urgencia con el que hacer frente a la violencia palestina.

Las negociaciones que el primer ministro israelí, Ehud Barak, inició el pasado lunes para tratar de formar un Gobierno de Unidad Nacional con todas las fuerzas políticas del país se encuentran bloqueadas por la actitud intransigente y maximalista de Sharon, que ha lanzado un ultimátum al jefe de Gobierno conminándole a aceptar sus exigencias o enfrentarse a unas elecciones anticipadas en un plazo de seis meses. "Yo le he dicho al primer ministro, por favor, si no conseguimos un acuerdo aquí, iremos a las elecciones", explicó ayer Sharon a los 18 diputados del partido Likud con los que se reunió en el Parlamento de Jerusalén para informarle de la marcha de las negociaciones con el jefe del Gobierno.Ariel Sharon reclama a Barak además de su petición de convertirse en número dos del futuro Gobierno, una larga lista de reivindicaciones entre las que se encuentran entre siete u ocho carteras en el Gabinete; el derecho a veto en las decisiones del Consejo de Ministros; y la anulación de los acuerdos de Camp David alcanzados con los palestinos el pasado mes de julio.

Las peticiones de Sharon a Barak cuentan con el apoyo de la mayoría de los parlamentarios del Likud y con la oposición de un sector más reducido de parlamentarios, capitaneados por el ex primer ministro Benjamín Netanyahu, quien reclama a toda costa la convocatoria de las elecciones anticipadas, aunque no descarta la participación en un Gobierno de Unidad Nacional por un periodo de tiempo muy corto y mientras dure la violencia.

"En caso de degradación de la situación sobre el plano de seguridad, lo que parece ser el caso, el partido Likud debe formar parte de un Gobierno de Unidad Nacional con carácter urgente a condición de que sea por un tiempo limitado y que se fije una fecha concreta para las elecciones anticipadas", reclamó ayer Netanyahu.

Barak y Sharon se concedieron ayer un periodo de reflexión de 30 horas, que finalizó a medianoche, después del cual volverán a reunirse. Mientras, el primer ministro israelí ha aprovechado el tiempo para consultar con otras fuerzas políticas su eventual participación en la coalición nacional.

El partido religioso ultraortodoxo Shas rechazó de entrada la oferta, negándose incluso a sentarse en la mesa de negociaciones, hasta que su líder Aria Deri sea puesto en libertad, indultándole o amnistiándole por un delito de corrupción. Barak recibió también otra ducha de agua fría por parte del partido laico Meretz, cuyos dirigentes aseguraron al primer ministro que "muy difícilmente participarán en este proyecto político". Las consultas prosiguen con otros partidos religiosos menores, entre ellos Unidad del Tora y Judaísmo, Partido Nacional Religioso, pero también con los laicos de Shinui, que capitanea el periodista Tommy Lapid.

Barak dispone de menos de una semana para formar el Gobierno de Unidad Nacional, ya que a partir del próximo lunes se enfrenta a la apertura del Parlamento en una situación de minoría, ocasionada por las deserciones en su coalición.