'Brigada dodotis'

Las cubiertas del Museo del Prado, con el perfil recuperado en plomo que proyectó Villanueva, siguen bajo vigilancia después de un año de su terminación oficial. En la parte posterior se mantiene una escalera de obra para poder recorrer y trabajar en las distintas zonas. Los trabajadores del Prado, situados en el antiguo edificio de oficinas de Aldeasa, llaman la brigada dodotis a la que recorre los tejados en cuanto aparece la lluvia en el cielo de Madrid. Son los encargados de vigilar posibles filtraciones y secar el agua que todavía se estanca en las partes de menor desnivel, que fueron ya reparadas una vez construidas. El director del museo, Fernando Checa, declaró ayer que se está realizando un chequeo punto por punto de toda la cubierta, en todas las estaciones, que terminará la próxima primavera, con la entrega final de la obra. También en el Instituto Torroja se realizan pruebas de materiales con un modelo a escala. Checa afirmó ayer que no se han detectado humedades por las recientes lluvias.