Los informes sobre el accidente de la planta de Teià son contradictorios

Los informes sobre el accidente que el pasado mes de junio causó la muerte de tres trabajadores en la planta de compostaje de fangos de Teià (Maresme) son contradictorios. Los del Departamento de Medio Ambiente y el Consejo Comarcal del Maresme consideran que el origen se encuentra en el ácido sulfhídrico producido durante la fermentación de los lodos. El del Centro de Seguridad y Salud en el Trabajo apunta que la causa fue ácido cianhídrico, un ácido que sólo pudo producirse con la mezcla de residuos urbanos e industriales.

Representantes del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) denunciaron ayer que si esta hipótesis acabase siendo cierta, los responsables de la planta tendrían que explicar de dónde provenían estos residuos industriales cuando las instalaciones únicamente están autorizadas para el compostaje de residuos de procedencia urbana. La planta de Teià, titularidad de la Agencia Catalana del Agua, está gestionada por la empresa Cespa, cuyos responsables son los únicos que, hasta el momento, han declarado en el proceso abierto. También están implicados, como testigos en el accidente, Transports Everest, la empresa responsable de los camiones que transportaban las aguas negras; Simmarc, del Consejo Comarcal, y la ETT Adecco, a través de la cual estaba contratado uno de los trabajadores fallecidos. El sindicato ejerce la acusación popular en las diligencias abiertas del proceso en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Mataró.

Los representantes de CC OO Pep Baltasar y Simon Rosado, reiteraron ayer frente a las instalaciones de la planta de Teià, que el accidente demuestra la falta de seguridad laboral que existía en la planta. "Fue un atentado a la salud y las personas", añadieron, que podría haber tenido mayores consecuencias ya que la planta de compostaje recibe a menudo visitas de escolares. Por todo esto, CC OO exigió que la comisión de investigación creada después del accidente, en la que se encuentran representados los principales sindicatos pero no el de Trabajo, se reúna para esclarecer las causas.

El accidente de Teià se produjo cuando un camión con lodos procedentes de la depuradora de Mataró hacía la descarga en la tolva de recepción de la planta. Tres operarios se encontraban en ese momento en el interior de la planta bajando unas escaleras. La reacción de estos lodos con los fangos ácidos de la depuradora provocó una reacción química letal que, al ser inhalada por los trabajadores, acabó con su vida, en dos de los casos de manera immediata y en un tercero intoxicándole mortalmente. La planta de Teià no controlaba los lodos que llegaban como se hace en los vertederos controlados, sino que entraban directamente al interior de las instalaciones. En lo que respecta a la seguridad de los operarios, en la entrada no había ni protectores especiales, ni mascarillas antigás, ni detectores de ácido sulfhídrico.

La planta de compostaje de fangos de Teià se abastecía con las aguas residuales de Teià y Mataró. Después del accidente, se están empezando a instalar en las plantas gestionadas por Simmar, la empresa del Consejo Comarcal, detectores de gases cianhídrico y sulfhídrico, de falta de oxígeno y de presencia de metales, además de dos equipos de abastecimiento de oxígeno.

CC OO pidió, poco después del accidente, que se paralizara el funcionamiento de todas las plantas de compostaje de fangos de Cataluña hasta que no se esclarecieran las causas. La planta de Teià fue inaugurada el 11 de enero del año pasado.