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Una fusión entre dos compañías complementarias

La fusión entre Azucarera Ebro y Puleva supone la consolidación del primer grupo agroalimentario español, que nace de dos empresas claramente complementarias. Leche con azúcar. Con una facturación de 260.000 millones de pesetas, Azucarera Ebro era ya el primer grupo alimentario español por volumen de ventas antes de la operación anunciada ayer.Ebro disponía, como han señalado reiteradamente sus dos últimos presidentes, Vicente de la Calle y José Manuel Fernández Norniella, un potencial de inversión de 100.000 millones de pesetas.

Un auténtico gigante en los sectores del arroz y el azúcar con una enorme capacidad de gran tamaño. Pero, a pesar de todo ese gran potencial, la azucarera española aparecía como un gigante agarrotado, en un sector donde grupos como Campofrío, Agrolimen o Pescanova ofrecían una aplastante imagen de agresividad.

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Azucarera Ebro absorberá Puleva para consolidar el primer grupo alimentario español

En contraste con Azucarera Ebro, Puleva se ha distinguido en los últimos cuatro años como la empresa más agresiva y que más ha crecido dentro del sector, tanto en su política de compras (Leyma-Ram y El Castillo), como en su apuesta por la innovación y la diversificación de productos.

Con esta operación de fusión, se suma el potencial de Azucarera Ebro con la capacidad demostrada de innovación de Puleva, lo cual resulta, al menos a priori, un combinado muy atractivo.

El accionariado

La fusión entre Azucarera Ebro y Puleva, con la entrada del grupo lácteo como socio industrial, viene igualmente a reforzar la posición accionarial y el futuro español de la azucarera. Un proceso que empezó cuando la cartera de Agricultura estaba ocupada por Loyola de Palacio.La actual vicepresidenta de la Comisión Europea impuso una fusión y una distribución accionarial en Azucarera Ebro en la que se dio entrada a las cajas de ahorro de Castilla y León y al Patrimonio del Estado. Además, se compró una parte del paquete al grupo KIO, cuyos propietarios aún mantienen el 12% de la sociedad.

El grupo kuwaití tiene el derecho a vender ese 12% al Patrimonio del Estado antes de fin de año y la Administración se quiere desprender de su paquete del 10% en manos de Mercasa y Alycesa.Todo ello presagiaba una nueva batalla accionarial en el grupo, con la posibilidad de que esa situación desembocase incluso en una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) de los franceses de Saint Louis (21,9%). Con la entrada de Puleva, todo parece indicar que los sones de guerra se han apaciguado.

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