Martínez de Pisón vuelve del revés los sueños de una niña en 'María bonita'

Una dedicatoria, "Para Azucena Rodríguez, madre de María", da cuenta del origen de la historia que Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960) narra en María bonita, su última novela, publicada por Anagrama. La directora de cine, cuenta el escritor, le sirvió la siguiente idea: "Todas las niñas han tenido el sueño de tener una madre diferente a la suya". A partir de aquí, Martínez de Pisón ha construido una novela hecha de claroscuros, el negativo de una película de Marisol, "un cuento vuelto del revés" en el que regresa a los territorios en los que se siente más cómodo: la infancia, la familia, la España de finales del franquismo. Cada vez más contenido -"busco utilizar las palabras justas sin perderme en adjetivaciones superfluas"-, Martínez de Pisón novela sobre la pérdida de la inocencia de una muchacha de extracción humilde, María, que vive el sueño de una realidad paralela gracias a su tía Amalia. Ésta es una mujer rica y misteriosa, cariñosa y libre que constituye, para María, una manera de huir de su vida en una colonia obrera, primero, y en una barriada que no tiene ni dispensario en el Madrid del tardofranquismo. La madre, una mujer amargada y fría, y la tía de la niña constituyen una especie de traslación de las figuras tradicionales de "la bruja y el hada madrina".

Novela derrotista

A pesar de utilizar estos elementos del cuento tradicional, María bonita da un giro final que demuestra "el imposible cumplimiento de un sueño infantil". "No sé si es una novela muy derrotista, pero ese cambio de vida al que aspira María no tiene lugar", explica el autor. "La niña piensa que puede ser feliz por influencia del cine, de la televisión, de los medios de comunicación". En este contexto aparece la mítica figura de Marisol. La tía y la niña, en uno de sus paseos por Madrid, van al cine a ver Un rayo de luz. Una película en la que la niña prodigio, y de niña pobre, conoce a la parte de su familia que pertenece a la aristocracia italiana. Pero, ¿la felicidad son unos zapatos nuevos? "Para una niña, sí. Pero aunque tiene los caprichos que tiene toda niña, desde el punto de vista afectivo es un personaje muy complejo", dice el autor. Pero las referencias no se detienen en Marisol. Para Martínez de Pisón, el sueño de María entronca también con "el gran tema novelesco de Dickens" y su Oliver Twist. "Mis libros suelen ser de iniciación porque con el colorín colorado sabemos que nada volverá a ser igual. Los protagonistas se enfrentan a una vida nueva perdiendo algo de sí mismos, empezando por la inocencia. Siempre hay un encontronazo con la realidad", dice.