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Los cinco modistas disidentes de Cibeles concentran sus desfiles

Los tejidos naturales se imponen en apuestas de colores brillantes

Los cinco modistas disidentes de la Pasarela Cibeles, Jesús del Pozo, Modesto Lomba, Ángel Schlesser, Antonio Pernas y Roberto Verino, han concentrado sus desfiles hoy y mañana en el Museo Antropológico de Madrid (antiguo MEAC) en lo que parece que será finalmente la reconciliación con el salón oficial y el final de esta etapa de salones paralelos y contestatarios fuera del paraguas del Ifema y de las instituciones oficiales.

El negro "inevitable"

Los tejidos naturales, la mirada a mundos exóticos y la recuperación de una imagen de femenina sensualidad, son algunos de los principales factores de tendencia que proponen estas firmas, tenidas como entre las de más peso y prestigio de la moda española.Los modistas que hace cuatro temporadas se separaron de la Pasarela Cibeles y comenzaron a hacer los desfiles por su cuenta, esta vez han convocado cada uno por separado, pero en el mismo sitio: el edificio del Museo Antropológico de Madrid, en la Ciudad Universitaria, en cuyos amplios espacios se han colocado dos pasarelas que se alternan y que permiten una dinámica mayor, además de la personalización del espacio.

Es en realidad un salón paralelo, un off de lujo que pone punto final, por el momento, a una polémica sobre la política oficial sobre la moda española y los intereses de las firmas punteras.

Jesús Del Pozo dice que su colección "ha salido muy relajada y se ha ido estructurando ella sola, con materias naturales tratadas que permiten calidades mucho mejores que hace unos años". En este sentido, Del Pozo defiende los avances tecnológicos: "En realidad usamos sedas y linos, que con los tratamientos actuales, se vuelven materias óptimas".

Modesto Lomba basa su colección en hallazgos previos que ha experimentado en su colección de novias, con la que ha tenido un éxito comercial notable. "Trabajo sobre una evolución racionalista en contraposición a eso que se llama actualmente minimalismo chic y que abanderan los norteamericanos", apunta el diseñador. La colección se basa en nervadoras, retículas a vista, cuadrados y entramados que crean un mosaico sobre las prendas y que las hacen muy complejas artesanalmente. Lomba, que ha inaugurado recientemente su tienda en Madrid, también ha ido a buscar materias como "la organza pintada a mano, bordados sobre punto y un uso particular del lúrex con efectos metalizados". Para Modesto Lomba los largos son estables. "A la rodilla, y mucho pantalón".

Ángel Schlesser, por su parte, vuelve al negro pasando por "toques de blanco-beige-piedra hasta llegar al rojo y al morado. Pero para mí, el negro es inevitable", declara. La inspiración la marcan dos décadas pasadas: la de los 80 y la de los 50. "He hecho siluetas triangulares y volúmenes importantes, con faldas tubo a la rodilla y uso poco el pantalón. Los tejidos son todos naturales".Antonio Pernas no ha tenido una fuente precisa para su propuesta. "Hay un desarrollo consciente de color, forma y grafismo. Lo que me ha inspirado es el tutú de ballet, su evanescencia y de ahí a una concepción muy femenina del atuendo", puntualiza este gallego que realiza toda su colección en Galicia, "incluso el punto". Pernas entiende la moda como cultura: "Otra cosa es Balenciaga, que decía que era arte". Sus colores serán el blanco y el negro además del morado. "He incluido los tonos pasteles en la piel, con metalizados y el lino pintado a mano, y mis modelos por primera vez calzarán tacones de aguja". Cierra los desfiles Roberto Verino con una colección inspirada en los Mares del Sur y donde las telas pintadas con estampaciones manuales aportan la parte detallista y artesanal. "Hay que saber vivir a través de la ropa, esa es nuestra exigencia personal. Así la naturaleza está presente en una colección plena de tejidos livianos y entonada en la gama austral". Verino opina que hay que provocar el deseo. "La vida como un juego de circunstancias, con un tiempo relajado, tal que el mismo espíritu que vemos en la obra de Gauguin". Con respecto a estos desfiles puntualiza: "Que la calidad de la presentación garantice la diferencia, que la imagen del desfile pueda ser elaborada a gusto del modista".

Transparencias y realidad

Los recientes desfiles en Londres, París y Milán se han descocado otra vez. Una enloquecida competencia por epatar con una imagen de pasarela alejado de la realidad y el mercado. Se trata de dejar sin respiración a curiosos, clientes y prensa coloreada. De cintura para arriba y de cintura para abajo: todo lo que sea enseñar, vale. Transparencias a gogó, escotes de vértigo, minipantaloncitos con el ombligo al aire. Una obsesión por mostrar la carne en medio de eso que se da en llamar "ruptura con el minimal" y "regreso a lo femenino", como si la loa a la mujer pasara necesariamente por una sensualidad agresiva que ya abanderó el desaparecido Gianni Versace hace más de una década y por lo que fue estigmatizado por los popes del buen gusto.

Jesús del Pozo mostrará transparencias, mientras Modesto Lomba señala que "trabajamos con ellas a partir del hallazgo de unas organzas pintadas a mano, pero no se trata de mostrar el cuerpo como un fin".

Ángel Schlesser, por su parte, opina que "las transparencias ya no resultan sorprendentes, son un recurso, un reclamo de pasarela que ha saturado las propuestas actuales".

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