El Gobierno de CiU detectó hace dos años irregularidades, pero siguió subvencionando centros de Pallerols

Artur Mas, consejero de Economía y portavoz del Gobierno de CiU, anunció el viernes que la Intervención General investigará las irregularidades ocurridas en los centros de formación de parados de Fidel Pallerols. Una decisión motivada por el bloqueo de 2.329 millones de pesetas de ayudas europeas, que administra el Departamento de Trabajo. Hace dos años, sin embargo, la Intervención General ya analizó los centros y detectó numerosas anomalías.

A pesar de todo, no pasó nada y los tres centros: Ceif, And y Teo, siguieron recibiendo puntualmente las subvenciones gestionadas por Trabajo, como los 292 millones que les otorgaron en 1998 o los 250 millones del ejercicio de 1999, cuando Pallerols ya estaba imputado en una causa penal por supuesta falsedad documental, falsificación de firmas, fraude a las subvenciones comunitarias y financiación irregular a Unió Democràtica.El 23 de abril de 1997, Xavier Tolosa Santiveri, jefe del servicio de control financiero de la Intervención General de la Generalitat, envió un escrito a los tres centros de Fidel Pallerols para anunciarles: "Se ha decidido realizar un control financiero sobre las ayudas que les otorgó la Generalitat de Cataluña, cofinanciadas por el Fondo Social Europeo, para los cursos de formación correspondientes a 1996". En total, se trataba de 265 millones en el año que se iba a inspeccionar.

La sorpresa de los interventores fue mayúscula cuando los días 7, 13, 14 y 15 de mayo de 1997 varios equipos de tres funcionarios trataron infructuosamente de acceder a los centros del andorrano Pallerols. Topaban con Maria Creu Guerrero, actual compañera de Pallerols, directora general del centro y ex líder de las juventudes de Unió en Girona.

Guerrero mantenía: "El equipo de control que se identificó como funcionarios del Cuerpo de Intervención General del Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat no tenía ningún documento identificativo de su autoridad y competencia para realizar esta labor". Y así, les dio con la puerta en las narices; incluso al subdirector general de Control, Josep M. Vilarrubí, en un escrito fechado en Lleida el 27 de febrero de 1998.

Cuando, por fin, la intervención pudo elaborar su informe de control financiero definitivo sobre las ayudas del ejercicio de 1996 , se observaron situaciones que reclamaban una actuación urgente por parte del Departamento de Trabajo.

Facturas cruzadas

Entre ellas destacan: el grado de inserción de sus alumnos en el mundo laboral era muy bajo (15%); las programaciones de los cursos eran aprobadas por el departamento antes de acabarse el plazo para la presentación de solicitudes para obtener las ayudas; las facturas por cesión de profesores, materiales, aulas, mobiliario, alquileres, franquicias, uso de marca y de logotipo, entre otras cosas, se cruzaban de un centro a otro. Un procedimiento conocido como pelotas en la picaresca empresarial.El beneficiario de esos tránsitos era la firma CEI (que no es un centro colaborador del departamento de Trabajo), propiedad de Pallerols y con sede en la avenida del Príncep de Benlloch, de Andorra la Vella, como detectaron las actas de control levantadas. El importe de este aumento artificial de los gastos (incluyendo dietas en el extranjero y publicidad) para justificar la aplicación de los fondos superaba el 50% de la subvención recibida para los cursos.

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