La Autoridad Palestina libera a jefes militares de Hamás

La oposición real

El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, ha ordenado la puesta en libertad de la mayoría de los jefes militares del movimiento integrista palestino Hamás. Esta excarcelación podría tener como objetivo apuntalar la frágil unidad palestina en un momento de grave crisis.El Gobierno israelí no ha dudado en mostrar su preocupación por esta medida de gracia, pues algunos de los liberados son considerados responsables de diversos atentados llevados a cabo en Israel en los últimos años.

Entre los militantes de Hamás liberados por la Autoridad Palestina no se encuentra Mohammed Deif, considerado el número uno de las brigadas de Ezedín al Kasam, el hombre más buscado y temido por las fuerzas de seguridad israelíes. Deif fue trasladado el jueves a una prisión secreta de la franja de Gaza, según reveló ayer un alto dirigente de Hamás. Una de las razones podría ser evitar su eventual captura por el Ejército israelí.

La liberación de los dirigentes y militantes de Hamás que se hallaban en las cárceles palestinas es el resultado de un pacto de colaboración entre Arafat con el movimiento islamista, hasta ahora en la oposición y contrario a los acuerdos de paz. Arafat pretende que Hamás secunde y acate las órdenes de la dirección de la Intifada, en manos de la Autoridad Palestina, y que acepte sentarse, por primera vez en su historia, en la mesa del Gobierno palestino, aunque en calidad de observador.

Hamás no es miembro de la Organización para la Liberación de Palestina, que agrupa a los partidos palestinos. El movimiento se ha negado de manera sistemática a colaborar con Arafat en las tareas de gobierno, en protesta por las negociaciones con Israel. Arafat, presionado por los servicios de seguridad israelí y por el Gobierno estadounidense, lanzó en los últimos meses una campaña de represión contra Hamás, castigando su rebeldía con cerca de de mil detenciones.El movimiento Hamás (acrónimo de Movimiento de la Resistencia Islámica) nació en la primera Intifada, en 1987, al tomar como ejemplo el movimiento integrista egipcio de Los Hermanos Musulmanes. Hamás consiguió un enorme prestigio en la revuelta de las piedras, convirtiéndose a en el primer movimiento de oposición a Arafat.

La organización propugna la constitución de una Republica Islámica en Palestina y la guerra santa contra Israel. A la cabeza de dicha organización se encuentra el jeque Ahmed Yasín, un octogenario inválido que vive en Gaza después de una larga experiencia en las cárceles de Israel.

Hamás tiene implantación en Gaza y Nablús, al norte de Cisjordania, donde ha estructuradado una importante red asistencial de escuelas, hospitales y dispensarios, a través de los cuales consigue su militancia.