Bono dice que los servicios jurídicos de la Junta avalan las listas de agresores

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aseguró ayer que los servicios jurídicos de la Junta han confirmado que su controvertida propuesta de publicar los nombres de los condenados por maltratar o matar a sus mujeres tiene encaje en la Constitución. "Y si hay alguna ley diferente a la Constitución que lo impidiera, que no lo impide, se puede sustituir por otra ley", agregó antes de participar en los actos de la patrona de la Guardia Civil en Bargas (Toledo).Durante el debate sobre el estado de la región que se celebró el martes en las Cortes de Castilla-La Mancha, Bono propuso que la Junta se persone en los procedimientos criminales donde haya mujeres maltratadas; preste asistencia jurídica gratuita; subvencione con 700.000 pesetas la contratación de mujeres, y que se publiquen en los medios de comunicación con cargo a la Junta los nombres de los condenados en sentencia firme. Esta última y polémica propuesta, que buscaba la "vergüenza y escarnio" de los maltratadores, ha sido apoyada por las asociaciones de mujeres.. En cambio, todos los partidos políticos, las asociaciones de magistrados y fiscales la han desautorizado sin contemplaciones por considerarla ilegal además de un castigo innecesario y contrario al fin rehabilitador de las penas.

"El asunto que debería levantar el escándalo y la preocupación social es que haya 500.000 casos de malos tratos al año", explicó ayer Bono. En los últimos años las muertes por violencia doméstica han pasado en España de 33 en 1997 a 42 en 1999 (año en que se presentaron 21.778 denuncias por este tipo de delito). En los 15 países de la UE, datos oficiales elevan a 500 las mujeres que mueren cada año por maltrato, pero las estadísticas hablan de porcentajes de hasta el 23,3% en algunos países como Portugal de mujeres que sufren algún tipo de violencia de género.

Bono rechazó ayer "el cinismo de quienes lamentan que cada cinco días muera una mujer por malos tratos y se llevan las manos a la cabeza por la honorabilidad de esos delincuentes, pero no de otros". "Lo importante no es el revuelo que se ha montado con mi propuesta, sino que muchas mujeres tendrán que callar en sus casas porque, si hablan, sus maridos o compañeros las pueden maltratar", dijo.