Gamesa anuncia inversiones por 117.000 millones de pesetas en tres años en su salida a Bolsa
La salida a Bolsa de Gamesa se presenta con inversiones multimillonarias. Entre este ejercicio y el de 2002, la empresa alavesa prevé realizar inversiones por valor de 117.185 millones de pesetas (704,3 millones de euros), de acuerdo con la comunicación entregada por la empresa ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El Grupo Auxiliar Metalúrgico, constituido en enero de 1976, sacará al mercado de valores hasta un 30% de su capital procedente de las participaciones de la Corporación IBV, un 27,47%, y de Tornusa, un 2,53%. El beneficio consolidado del grupo después de impuestos ascendió en 1999 a 10.214 millones de pesetas con una facturación de 116.704 millones.
Una plantilla en alza
La salida a Bolsa de Gamesa viene marcada por el alto ritmo de crecimiento que ha caracterizado a la firma en los últimos años. Sus dos patas del negocio, aeronáutica y energía, precisan de fuertes ritmos de inversión (ver gráfico) para seguir en primera línea en sus respectivos sectores. La primera área, la más conocida, ha pasado de facturar 14.257 millones de pesetas en 1997 con un beneficio después de impuestos de 531 millones, a vender por valor de 35.639 millones el pasado año con unos resultados positivos de 1.638 millones.En el área de energía los datos son aún más espectaculares. De las ventas en 1997 de 18.215 millones de pesetas con un beneficio después de impuestos de 964 millones se ha pasado a 70.735 millones de pesetas con un beneficio después de impuestos de 7.334 millones. El resto de la facturación hasta 116.704 millones de pesetas corresponden a la cabecera del grupo.
Mantener este ritmo de crecimiento exige superar el ritmo de inversiones de los años precedentes-entre 1997 y 1999 se invirtieron un total de 44.919 millones de pesetas-. Hasta el 30 de junio de este año, Gamesa había realizado ya inversiones por valor de 9.940 millones de pesetas, de las que el 70% corresponden a investigación y desarrollo (I+D).
Gamesa, que a junio de 2000 contaba con una plantilla de 3.433 trabajadores, presentará el próximo lunes en las bolsas españolas su oferta pública de acciones. Los minoristas tendrán desde el mismo lunes y hasta el 23 de octubre a las 14.00 para realizar sus mandatos de compra. El precio máximo para el tramo minorista se establecerá el mismo lunes 23 y el precio definitivo, el domingo 29, para asignar las acciones al día siguiente. Los accionistas minoritarios podrán solicitar un mínimo de 200.000 pesetas y un máximo de diez millones. La banda entre la que podrán fluctuar las acciones oscila entre 10,75 y 12,60 euros (entre 1.780 y 2.096 pesetas). Del total de las acciones que salen a Bolsa, 5.474.247 han sido destinadas al tramo minorista, 8.211.372 al tramo institucional español y 8.211.372 al tramo institucional extranjero.La salida de Gamesa a Bolsa no implicará una excesiva pérdida de peso de los tres socios actuales en el capital de la firma. La Corporación IBV, formada al 50% por el BBVA e Iberdrola y que hoy cuenta con el 71,97% del accionariado, seguirá contando con el control de la sociedad y con el 44,5% del capital. Si el precio de la acción queda en cerca de las 1.900 pesetas, esta corporación obtendría 42.328 millones por la venta de su 27,47%. El segundo accionista de la sociedad, la familia valenciana Serratosa, a través de Nefinsa, que cuenta con 21,50% del grupo, no venderá sus acciones y se mantendrá como segundo socio. El tercer socio, Tornusa, empresa que agrupa a los fundadores de Gamesa, encabezados por Juan Luis Arregui, consejero de Iberdrola y presidente del grupo Guascor, se desprende de un 2,53% del capital. Esta operación les supone unos ingresos de 3.898 millones de pesetas y su permanencia en el capital como tercer accionista.
Cuando Gamesa fue creada hace ya más de 25 años por Arregui y Joseba Grajales, hoy también en Guascor, se dedicó esencialmente a labores de mecanizado. A estas actividades se les sumó posteriormente el control numérico, las células robóticas, la ingeniería de diseño,...
Así hasta los primeros años noventa, en que la empresa despega como grupo y se ordena en tres ramas: aeronáutica, energía y automoción. Esta última se ha desgajado de cara a la salida a Bolsa. El impulso le llegó de la mano de IBV, que primero se hizo con un 40% y dos años más tarde con otro 40%. Posteriormente, en 1998 llegó hasta la sociedad un socio financiero, la familia Serratosa.El holding irrumpió en el sector aeronáutico en 1994 y ahora cuanta como clientes con la brasileña Embraer, la estadounidense Sikorsky y Sino Swearingen. La pata energética es la mayor desconocida y la que mantiene ritmos de crecimientos superiores, esencialmente ligados a las energías renovables.
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