El PNV pide a los dirigentes de la UE que intervengan para solucionar el conflicto vasco

La plana mayor del PNV y medio millar de cargos públicos de ese partido realizaron ayer en Hendaya un acto que pretendía ser de bienvenida simbólica y de reivindicación ante la cumbre de jefes de Estado europeos que comienza hoy en Biarritz. El PNV pidió a la Unión Europea que intervenga para dar solución a la violencia que hay en Euskadi y "no caiga en la hipocresía" de considerar el conflicto vasco "como algo ajeno a ella misma". En su manifiesto, reclama a la UE que reconozca el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación, como se ha hecho con "Estonia, Eslovenia, Croacia y otros".

El PNV no desaprovechó la oportunidad que le proporcionaba la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que comienza hoy en Biarritz, en pleno corazón del País Vasco francés, para hacerse oír desde un foco de atención internacional y lanzar a los líderes europeos la petición de que se involucren en la búsqueda de una solución "política y de diálogo" para el problema vasco.Medio millar de militantes del PNV, en su gran mayoría cargos públicos, se desplazaron ayer hasta Hendaya para arropar con su presencia una declaración política dirigida a los jefes de Estado presentes en la cumbre europea, contundente en el fondo pero comedida en el tono. Con ella trataban de marcar diferencias de estilo con las movilizaciones beligerantes que la izquierda abertzale tiene preparadas a lo largo de los tres días de la reunión. "Hemos venido de forma civilizada a darles la bienvenida a esta tierra vasca", anunció Arzalluz.

Antes de hacer público su manifiesto, que fue leído y distribuido en euskera, castellano, inglés y francés, los peneuvistas recordaron que el compromiso de su partido con la construcción europea data de los primeros pasos dados hacia la creación de la Comunidad Europea, si bien la época de especial impulso se produjo tras la guerra mundial, con el lehendakari Aguirre y su equipo, desde su exilio en París.

"No podemos aceptar que ante nuestra situación y nuestras angustias, Europa mire a otro lado, considerándolas un 'mero problema interno de España", afirmaron en el último punto de la declaración, referido a la persistencia de ETA durante 40 años. "Esta Europa que interviene en nuestra siderurgia, en nuestra agricultura y pesca, en nuestra ecología y en tantos problemas del día a día no puede caer en la hipocresía de considerar nuestro mayor problema como algo ajeno a ella misma".

A pesar del reconocimiento que durante el pleno de política general, celebrado en el Parlamento vasco el pasado 22 de septiembre, realizó el lehendakari Juan José Ibarretxe sobre la necesidad de no mezclar la violencia con aspiraciones políticas, los peneuvistas proclamaron ayer su conocido planteamiento de que la violencia que se padece hoy en día en Euskadi tiene "orígenes claramente políticos, y su solución requiere igualmente de vías políticas y de diálogo".

Además de reclamar la mediación de los líderes europeos, los peneuvistas reunidos en Hendaya declararon que el pueblo vasco, el "más antiguo de Europa", constituye una nación a la que le asiste el derecho de ser reconocida como tal. Y añadieron que, del mismo modo que durante los últimos años se ha reconocido el derecho de autoderminación de "pueblos divididos o integrados en Estados ajenos", como en los casos de Alemania, Estonia, Eslovenia o Croacia, el pueblo vasco es también acreedor de ese derecho. Y aseguran que mantienen la esperanza de que "si la futura Europa unida es realmente democrática (...) un día la nación vasca podrá formar parte de ella en pie de igualdad con las demás naciones".

"Campañas insidiosas"

El PNV admite en su declaración que existe, entre los vascos, un movimiento radical que practica la violencia como medio para conseguir fines políticos. Y añade que él siempre ha rechazado las vías violentas "y jamás ha colaborado con ellas, pese a campañas insidiosas y mendaces que nos han querido meclar con ellas".El presidente de la ejecutiva peneuvista, Xabier Arzalluz, insistió durante su intervención en la campaña de "linchamiento mediático" de la que es objeto, a su juicio, el PNV. Y aprovechó para recordar su tesis de que el verdadero temor "del nacionalismo español" a los vascos no radica tanto en la violencia "como en las posibilidades de colaboración política que pueden establecer en democracia los diferentes grupos nacionalistas".

Sin embargo, se lamentó de lo que los nacionalistas están tardando en "interiorizar" que es imprescindible la unidad para contruir la nación que ambicionan. Y tuvo que reconocer que el escollo con el que se enfrentan hoy en día los partidos nacionalistas vascos es que "no somos capaces de negociar entre nosotros. Y eso es, precisamente, ceder". "No sabemos ceder, y en eso es en lo que confían los Aznar y los Chevenement: en que no podemos ponernos nunca de acuerdo", advirtió el líder peneuvista refiriéndose a EH.